El mejor equipo fuera de casa, con una racha de 22 partidos sin perder, con apenas una derrota en la Premier de este año, llegaba a casa del campeón, pero sin Haaland de nuevo, ni en el banquillo, y con el mazazo en Champions del Madrid, a 17 puntos y rozando el adiós a la Liga de Campeones. Qué podía salir mal...
Y el 0-2 del descanso evidenció que el City no tenía con qué frenar a un delantero de verdad y cuajado como Salah, y a un equipo con muchos registros, muchas formas de marcar, como el Liverpool. Oponer a esto algo de furia en la presión y el omnipresente pase-pase-pase de Guardiola (dio 300 más que el rival), no funcionó.
Salah cazó el 0-1 en un córner de estrategia, sacado casi en corto por MacAllister hacia Szoboszlai que la dejó cortita atrás para que el egipcio metiera su gol 25 con un zurdazo sin marca. No hizo falta más ocasiones que esas en el primer cuarto de hora, para ser mortífero como un francotirador, como es el Liverpool este año.
Rozó el 70% de posesión el City, Doku fue una pesadilla para Arnold una y otra vez, pero Konaté y Van Dijk estaban hoy en modo emperador, sin fallar un corte o un pase, tranquilos sin Haaland. Solo una vez encontró De Bruyne, fuera de forma evidente, el desmarque de Marmoush, que la cruzó al palo y adentro, pero en fuera de juego. El resto, tiros lejanos, sin problemas para Alisson, echando de menos al rubio noruego casi en cada respiración.
El 0-2 fue un calco, una contra, tranquila, centro de nuevo de Arnold a Salah, retrasada al centro para Szoboszlai y balón cruzado para sentenciar medio partido. Dos remates, dos goles. Tremenda efectividad, en modo Champions.
PERDONA EL 0-3 VARIAS VECES
Tras el descanso salió de nuevo ardiendo el City, pero a la contra el Liverpool perdonó en varias ocasiones. De hecho, llegó el 0-3 de Curtis Jones pero se cayó por fuera de juego. Luis Díaz lo tuvo y sacó Ederson con otra mano prodigiosa, y Robertson otro remate por encima del larguero. Por momentos el Liverpool jugaba al primer toque y en contraataque, con taconazos y sin mirar, dejando al personal con regusto a equipazo.
Sólo tuvo acercamientos el City, la tuvo Marmoush a los 20 minutos, la más clara del partido, pero Alisson la rozó a córner tras un pase magistral de Doku, lo más peligroso de largo de los de Guardiola. El belga es algo chupón, pero es tan virguero e improvisador que es un verdadero pilar en ataque. Solo él llevó peligro, tuvo otro remate en solitario en el 70' que empaló algo mordido y acabó fundido, con Foden poco incisivo, nada decisivo, ni en los tiros.
El Liverpool se echó atrás ya en el tramo final (le valía hasta el empate) cuando Nico se despidió de un buen partido echando un gran pase elevado a Marmoush, cuyo centro lo sacó con la puntita el omnipresente Van Dijk, que con Konaté fueron dos mascarones de proa contra el City.
No dio el partido para más, ni los cambios de los dos equipos. Estaba más cerca el 0-3 y eso lo sabían los citizens, que empujaban más por honor que por empuje de un estadio que se fue vaciando con el paso de los minutos. La gente ya sabe que su objetivo este año es Copa inglesa y Mundial de Clubes. Poco más, mientras el Liverpool camina poco más o menos que sobre las aguas, apenas con una derrota toda la temporada, con el Arsenal ya a 11 puntos. Muy mal lo tiene que hacer para no conquistar su Premier número 20.
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