Hay partidos a lo largo de una Liga que acaban suponiendo partidos por el título. Por mucho que haya 38 jornadas, siempre hay victorias que valen más de tres puntos. La 'manita' del Manchester City al Wolverhampton a falta de tres partidos para el final de Liga, ha podido ser uno de esos encuentros clave. Ya no sólo por el abultado marcador (1-5) sino por la superioridad demostrada. Al City le bastan ahora cuatro puntos de los seis en juego para ser campeón. Y la pregunta es... ¿Quién les va a parar?
En la noche de De Bruyne y sus cuatro goles, el Manchester City cuajó uno de los mejores encuentros de la temporada. Todo fluyó en una primera parte para el recuerdo. Apenas habían pasado 24 minutos y Kevin ya se iba a llevar el balón a casa.
El tercer hat-trick más tempranero de la historia de la Premier League sirvió para poner en bandeja un triunfo bien trabajado de un equipo que quiere ser campeón. El varapalo de caer eliminado de la Champions va quedando cada vez más atrás y tras el pinchazo del finde pasado del Liverpool, las cuentas salen a la primera: a los de Guardiola les puede valer incluso perder uno de los dos partidos que tienen por delante y seguirán siendo campeones.
En la segunda mitad, De Bruyne cerró su particular cuenta con su cuarto gol y Sterling, que pudo irse con otro hat-trick, anotó, después de fallar una ocasión clarísima y en otra encontrarse con el poste, el mismo que vio De Bruyne poco después y que impidió sus cinco tantos.
Noche de gloria para el Manchester City que puede significar una Premier League.