El Cádiz bajó de la nube a la tierra apenas tres días después de asaltar el Camp Nou. Los de Sergio González sucumbieron ante un efectivo Athletic en un partido en el que, quizás, hubiesen merecido 'rascar' algo más por lo visto en el verde tras los 90 minutos.
Los de Marcelino arrancaron el partido como acostumbran, con una presión altísima que ahogaba al rival y tras la que encontraron premio pronto. A los tres minutos Raúl García aprovechó un buen pase de tacón de Iñaki para, con la ayuda de Ledesma, abrir la lata en el feudo cadista. Ya había avisado a los 30 segundos un incisivo Nico Williams, que fue una auténtica pesadilla para el Pacha Espino. De hecho, ambos protagonizaron la acción que traería conseguido el 0-2. El lateral agarró descaradamente al pequeño de los Williams y Muniain, tras aprovechar el rechace de Ledesma desde los once metros, puso tierra de por medio.
El Cádiz, por su parte, no mostraba ni mucho menos una versión convaleciente. Realmente era todo lo contrario. Apoyado en la banda diestra con un omnipresente Alejo, cargó el área rival de centros que, en casi su totalidad, eran tocados por Negredo. El vallecano se pegó con todos y dio un recital de brega, aunque la efectividad que su equipo no tuvo en el plano ofensivo sí la tenían los rojiblancos. Y el nuevo golpe llegó sobrepasada la media hora, cuando Vesga se inventó un zurdazo raso desde la frontal que volvió a rozar Ledesma y que puso todo patas arriba.
Se llegó al descanso en Cádiz con una sensación extraña, pues el Athletic había llegado cinco veces y había marcado tres (y con otro gol anulado a Iñaki Williams en el descuento del primer acto). Tras el paso por vestuarios Sergio no movió piezas... y le duró 10 minutos. Dio entrada a un enrachado Lucas Pérez que, nada más salir, aprovechó una indecisión en el área del Athletic para recoger el rechace de Unai y levantar a la grada del Mirandilla.
Los locales creían, y no era para menos, con un Alejo incansable que sacó su arsenal de centros para arrinconar cada vez más a los rojiblancos. Iñigo y Vivian apagaban fuegos como podían... hasta que llegó otra acción clave a la par que inexplicable. Rubén Alcaraz cae en la frontal del área con dos rivales cerca suya. En la repetición se aprecia que es Vivian el que le golpea, y aunque Vesga también andaba por ahí, es él el que ve la segunda amarilla y se va a la calle. Ni desde el VAR corrigieron a Pizarro Gómez, que ordenaba inmediatamente al centrocampista que se fuese a la ducha.
Quedaban 15 minutos y el Cádiz se empeñaba en seguir creyendo. Esta vez fue Sobrino el que la mandó a la cazuela tras una asistencia exquisita de pecho de Negredo. ¿Quién había centrado? Sí, Iván Alejo. El frenesí se adueñó de unos minutos finales en los que Fali mandó un balón a la madera y Sobrino perdonó en el área chica a medio metro de la línea justo antes del pitido final.
Con este resultado, el Cádiz se queda a un punto del descenso que marca el Granada y el Athletic a cuatro de la séptima plaza que ocupa el Villarreal y que podría dar a Europa.