
Alavés y Betis firmaron las tablas en un partido trepidante, de alternativas, en el que el equipo de Garitano supo contrarrestar con intensidad y empuje la mayor capacidad para generar juego de los verdiblancos. Aleix Vidal y Emerson pusieron los goles, y Mateu Lahoz, las tarjetas: nada menos que 10 amarillas y una roja directa en un encuentro en el que no hubo apenas juego brusco.
Pese al susto inicial que supuso para el equipo de Rubi una salida a destiempo de Joel Robles, que no acertó a rematar Lucas Pérez, los verdiblancos comenzaron la tarde dispuestos a dominar la situación y buscar la victoria desde el primer minuto. Incluso Borja Iglesias había tenido una clara ocasión en el minuto 4, que desaprovechó por pensar que estaba en fuera de juego, y Fekir otra, cruzando en exceso su disparo.

Sin embargo, el partido cambió por completo en el minuto 14. Borja Iglesias se durmió en el centro del campo, de espaldas a portería, y perdió un balón que resultó letal para su equipo. Luis Rioja encontró a Lucas Pérez entre líneas y el gallego combinó con Joselu en la frontal ante de asistir a Aleix Vidal, que con un potente disparo cruzado, que rozó en las botas de Álex Moreno, logró el primer gol del partido.
El tanto, primero del extremo catalán con la camiseta del Alavés, fue un jarro de agua fría para los verdiblancos, que perdieron el control del partido, se complicaron la vida una y otra vez en la salida de balón y pasaron apuros con el juego directo de los de Garitano y las acciones a balón parado. Hasta superada la primera media hora no lograron calmarse y recuperar el control del partido.
Fekir pidió penalti por una posible zancadilla en el área, pero lo que se llevó fue una amarilla de Mateu Lahoz que le impedirá jugar la próxima jornada frente a la Real Sociedad. Al igual que Wakaso, que vio su décima amarilla de la temporada por una patada por detrás a Canales que le dejará fuera de la visita al Levante. Dos tarjetas previas a los mejores minutos del equipo de Rubi, en los que rozó el empate.
Primero, con un remate de Fekir tras un tramo de asedio bético al área de Pacheco que se fue alto. Y después, de nuevo con una finalización del campeón del mundo francés, que cruzó en exceso ante Pacheco después de que Canales, sacando rápido de banda, y Borja Iglesias, asistiéndole de primeras de espaldas a portería, fabricaran un mano a mano para su compañero de ataque.
Se mascaba el gol del equipo de Rubi y estuvo a punto de llegar justo antes del descanso. De nuevo Fekir, tras robarle el balón a Aleix Vidal, se plantó en el área y fue claramente derribado por Duarte. Mateu lo revisó en el VAR, pero la acción no itía dudas. Fue Joaquín, con el tiempo cumplido, quien desde los 11 metros buscó la igualada, pero Pacheco adivinó la trayectoria y detuvo la pena máxima para mantener a su equipo al frente.
Un Betis volcado al ataque
Tras el paso por los vestuarios, el partido continuó en la misma dinámica, con un Betis dominador en busca del empate y un Alavés venido a menos. Fekir volvió a rozar el empate tras una gran asistencia de Canales, pero su remate no encontró portería. Y Mateu, siempre protagonista, no quiso saber nada de un plantillazo de Manu García a Álex Moreno que habría sido la segunda amarilla.
Tampoco era el día de Joaquín, que remató flojo y centrado un pase atrás de Álex Moreno cuando lo tenía todo a favor para marcar. Pacheco, bien situado, volvió a salvar a su equipo. Aunque el equipo de Rubi ya sí mandaba con autoridad y tenía encerrado en su área al Alavés. Tanto, que en la acción tal vez menos peligrosa, terminó empatando con un remate de cabeza de Emerson a pase de Fekir.
Wakaso se jugó la expulsión con un rodillazo a Canales que Mateu dejó pasar al ver que el centrocampista ghanés rozaba el balón con la punta de la bota. A quien no se la perdonó, VAR mediante, fue a Feddal, que derribó a Lucas Pérez cuando se plantaba solo ante Joel Robles después de un despiste defensivo generalizado de la zaga bética en un saque largo de Pacheco. No dejaba dudas la acción.
Rubi tiró de Aleñá para intentar tener más la pelota y que su equipo no sufriera por jugar con uno menos y Garitano buscó la velocidad de Burke en busca del gol de la victoria. El partido había olvidado ya la fase de elaboración y se jugaba un fútbol directo, con centros al área del Alavés y transiciones rápidas de los verdiblancos. Pero ninguno de los dos encontró opciones claras de remate y terminaron conformándose con un empate para empezar el año. Reparto de regalos en tarde de Reyes... o de carbón, según se mire.