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Se le hizo corto el partido al Celta ante el Villarreal. El cuadro gallego reaccionó tarde y mereció más ante un Villarreal que se fue apagando. Los cambios de Larsen y De la Torre se sumaron al empuje Gabri Veiga para apretar, y bien, la clavija a un Villarreal, que comenzó mandando, pero al que se le encendió la reserva y estuvo cerca de volver de vacío de Vigo.
El equipo de Setién juega cuando quiere Gerard Moreno. El catalán vuelve a ser determinante en el submarino. Superado el infierno de lesiones, el de Santa Perpètua es el jugador dominante de siempre. Luis Enrique no quiso esperar y ahora el Villarreal galopa cuando quiere su 7.
En Balaídos sacudió bien al Celta certificando el buen arranque amarillo con un golazo marca de la casa. Marchesín sacó faltal, Chukwueze tocó de primeras y el catalán la pinchó de espadas al marco para perfilarse y empalar desde la frontal sin concesiones.
El Celta regalaba en su área, pero inquietaba arriba. Transiciones rápidas e intensidad para generar fútbol y obligar a Reina lucirse en primera instancia y para que Aspas marrara una ocasión tras un taconazo de Veiga que no supo finalizar con el arquero amarillo a media salida.
La pausa de Parejo, otro con capítulo aparte, y las prisas del Celta finiquitaron una primera parte en la que se jugó a lo que quisieron los de amarillo.
Carvalhal cambia el decorado
Carvalhal no lo veía claro. No sabía cómo meterle mano al Villarreal y lo tocó todo. Acertó. A los diez minutos de salir del vestuario, sacó a un central como Mingueza y metió a Carles Pérez y poco después a Luca de la Torre cuando asomaban algunos pitos en la grada. Morales en el 60 tocó la escuadra tras una cesión de Gerard en el último chispazo amarillo.
Jörgen Strand Larsen fue el segundo movimiento de Carvalhal, el que desatascó al Celta. La primera que tuvo la metió en la jaula. Movimiento de delantero listo a la espalda de los centrales, balón al hueco y empate en el marcador. El Celta ya era vertical y comenzaba la pesadilla de Pau Torres y toda la zaga amarilla.
De la Torre, otro de los buenos, casi le quita las telarañas a la escuadra de Reina. El partido se le estaba haciendo largo al Villarreal. Larsen, Unai Núñez y sobre todo, Tapia con la testa... las tuvieron con un Celta que lucía tras los cambios, pero que llegó tarde. Como dijo un Loco que sabía mucho de fútbol ·jugando así "traguen el veneno, que todo se equilibra al final".
