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No le den más vueltas. Rubén Baraja ha convertido un equipo apañado para buscar la salvación en un deportivo que no pierde comba de los puestos europeos.
Con la victoria en casa del Cádiz, el Valencia encadena tres triunfos en Liga, algo que no sucedía desde diciembre de 2021. El equipo de Sergio continúa hundiéndose este curso. Con el de este domingo son ya 16 partidos sin ganar y el nuevo Mirandilla cantó "Sergio, vete ya".
El Valencia ganó pisando el acelerador. Le gusta correr a este equipo, sobre todo si dejan a galopar a Diego López, uno de los meritorios que promocionó de urgencia el curso pasado y que en el Nuevo Mirandilla regaló dos goles, marcó otro y rozó un tercero. El equipo blanquinegro acabó el partido ante el Cádiz con siete canteranos sobre el césped. Y el que no lo es, como Hugo Duro, ya ha superado con ocho goles, su mejor marca anotadora en una temporada.
En menos de un cuarto de hora, tuvo que demostrar el Cádiz que no es un púgil que doble la rodilla fácilmente. Encajó dos trompazos seguidos de los que te dejan aturdido para el resto de la tarde. Primero, el gol de Hugo Duro, en el minuto 8. Y después, la lesión en la rodilla de San Emeterio, que no jugaba desde la jornada 3, precisamente por problemas en esa articulación.
Antes, el 0-1 había retratado la velocidad de Fali ante un cohete como Diego López. El extremo asturiano aguantó el cuerpeo, superó al defensa y llegó sobrado para poner un balón que Hugo Duro remató en el punto de penalti. Llegó a tocar Conan, pero no con la fuerza suficiente como para evitar que el balón entrara en la portería. No es la velocidad la mejor virtud del central valenciano del Cádiz. Pero sí la colocación. Minutos después evitó un gol de Canós, que trató de colocar desde el borde del área con Ledesma fuera de sitio.
El Cádiz logró empatar en una acción que se tuvo que revisar durante cuatro minutos, antes de que el árbitro fuera a verla al monitor. Alcaraz ejecutó un libre directo que golpéo en el codo de Pepelu -en la barrera-. El mediocentro saltó de perfil con los dos brazos juntas, como en posición de rezar. No debía de estar muy claro y por eso el tiempo de revisión. Lo lanzó Rubén Alcaraz que engañó a Mamardashvili.
Poco después sorprendió que Jaime Latre, desde el VAR, no aconsejara a Díaz de Mera que revisara un codazo de Luis Hernández a Hugo Duro. Porque fue una acción intencionada en la que el defensa sacó el codo para golpear en la cara de Hugo Duro. El árbitro lo solventó con tarjeta amarilla.
El Valencia entendió que si daba un paso adelante podría dinamitar el partido. Y así lo hizo. Otra vez a la carrera. Sergi Canós prolongó de exterior para la galopada de Diego López que pisó área y, viendo que Fali se quedaba a medias para tapar el pase a Hugo Duro, decidió cruzar ante Ledesma. Otro golazo.
El Valencia gestionó los minutos finales del partido con una autoridad impropia del equipo menos experimentado de Primera para desesperación del Nuevo Mirandilla que vio cómo Javi Guerra anotaba el 1-3 y Jesús Vázquez el 1-4 definitivo.
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