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Titular VARlladolid era demasiado tentador, la verdad. La mano de Guridi en el penalti del 1-2 fue más que rigurosa, pero sería darle todo el mérito del triunfo pucelano a una decisión arbitral cuando los de Pezzolano lograron darle la vuelta a lo que en el minuto 5 parecía un drama cantado. Pocos darían un duro por la remontada en ese momento.
Decir que Mario Martín le regaló el gol a Toni Martínez es desmerecer al delantero. A Mario se le encogió la pierna en el peor momento, dudó en pleno pase atrás y le regaló la pelota al punta del Alavés, pero la idea de pegarle desde donde le pegó y colarla junto al palo hay que apuntársela al ex del Oporto, que está empezando a demostrar en España que en su país se le conocía menos de lo merecido.
Tras el gol no hubo una gran reacción del Pucela en busca del empate y fue el Alavés el que siguió dominando y buscando el segundo, pero en un balón largo el partido dio la vuelta como un calcetín. Anuar midió mejor que Sivera, que hizo uno de los penaltis más claros de la temporada, y Sylla no falló.
El equipo de Luis García, por jugar en casa y por tener un centro del campo superior al del rival, tuvo más la pelota y buscó más el gol. Pero ni Manu Sánchez a puerta vacía en el primer tiempo (la jugada fue luego anulada) ni Guridi ya en la segunda parte (fuera de juego previo de Carlos Vicente) pudieron llevar el 2 al marcador local de Mendizorroza.
Polémica hasta el final
El Valladolid se vistió de madre y le dijo al Alavés "A que voy yo y lo encuentro...". Y lo encontró, de nuevo de penalti pero mucho menos claro que el primero. Javi Sánchez cabeceó y a Guridi, de espaldas y con el brazo en una posición no demasiado antinatural, le golpeó la pelota. Melero López fue al VAR y Amallah definió con suavidad para poner al Valladolid por delante.
El palo y el cabreo desubicaron al Alavés, que en menos de cinco minutos acabó encajando el gol definitivo tras una pérdida de Luka Romero que Sylla condujo hasta el área para que Anuar la mandase a dormir al fondo de la red. En los nueve minutos de añadido Kike García se sacó un golazo de la manga en el 97' y vio dos amarillas seguidas en el 99', pero lo único que se llevó el equipo de Luis García Plaza a la cama fue un cabreo monumental.
Para el Valladolid los tres puntos son un regalo de Navidad anticipado. Es la primera victoria de los de Pezzolano desde la primera jornada y, más que eso, es un saco de confianza para un equipo que parecía con el depósito de fe vacío.
El Alavés sigue hundido. Desde su conato de remontada en el Bernabéu son cuatro derrotas consecutivas y todas las luces del inicio parpadean ahora y amenazan con apagarse.
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