La angustia del Espanyol en este 2025 continúa. Los pericos lo intentaron de todas las maneras posibles pero acabaron dando por bueno un empate que mantuvo Joan García con sus intervenciones. El meta perico salvó dos mano a mano y guardó un punto como mal menor para los de Manolo González, que siguen en descenso.
En una tarde donde las manos fueron protagonistas, las más oportunas estaban bajo la portería del Espanyol. El equipo catalán mandó, generó ocasiones con relativo peligro y persiguió la victoria más que su rival, pero la realidad es que de no ser por su portero, que evitó dos goles cantados, se habría ido de vacío en su duelo directo por la permanencia. Menos beneficiosa fue la polémica mano de Tapia en el inicio de la jugada del empate del Leganés o la de Veliz en el tramo final para hacer un segundo gol que nunca subiría al marcador.
Lo cierto es que poco se le puede achacar al Espanyol. Da la sensación que los de Manolo González ponen todo lo que tienen pero simplemente no les da. Fueron protagonistas con balón durante los 90 minutos, sumaron suficientes efectivos en ataque, los cambios eran ambiciosos... pero la luz se apagaba casi siempre en el último tercio de campo. Únicamente a balón parado resultaron una amenaza real.
Lo confirmaron a los dos minutos de juego cuando Cabrera, previo cabezazo de Kral, abría el marcador a la salida de un córner. Casi sin tiempo para asimilarlo, Cissé restablecía el equilibrio en una jugada coral del Lega. Y en esa sinfonía colectiva de los pepineros, el que siempre mueve la batuta es Raba. En sus botas se originó el tanto madrileño y bajo su mando las acciones ofensivas del Leganés cobraban sentido.
El Espanyol acaba dando las gracias
Pudo el Espanyol golpear de nuevo a la media hora de juego pero Kumbulla se encontró con el palo. Sería la última gran ocasión de los pericos en el partido, más allá del tanto anulado en los últimos minutos. Anuló el Leganés a su rival y esperó su momento en la segunda parte.
En apenas 15 minutos, los de Borja Jiménez tuvieron tres oportunidades clarísimas de gol. Un disparo al palo de Neyou y dos mano a mano, de Miguel de la Fuente y Diego López, que Joan García desbarató con inspiración. Tuvo la suya también el equipo catalán, pero una mano torpe de Veliz anuló el posterior tanto del argentino.
Ni el Espanyol coge aire ni el Leganés se despega de la zona caliente. Ambos están, salvo sorpresa, condenados a sufrir hasta el final. Y más si en partidos tan decisivos como este, el asunto termina en empate.
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