El Girona dejó atrás la mala racha de derrotas, cuatro seguidas en Liga y Champions, con una victoria solvente ante Las Palmas, que le mete de nuevo en la pelea por Europa, 7º a un punto del inesperado Rayo Vallecano.
No pudo contar con Arthur, el flamante fichaje del marcado de invierno y que fue inscrito ayer mismo. Ni falta que le hizo tampoco para dominar de punta a cabo el partido. El otro flamante fichaje, Bajcetic, sí estuvo en el banquillo rival, y debutó con soltura y buen fútbol en los visitantes.
Míchel hizo seis cambios respecto a la derrota del miércoles ante el Arsenal (1-2). Gazzaniga, Krejci y Miguel Gutiérrez, ya recuperados de sus molestias, fueron de la partida, lo mismo que Herrera, Van de Beek y Bryan Gil. En los canarios, el lateral derecho francés Andy Pelmard, cedido por el Clermont Foot francés, se estrenó en lugar del sancionado Essugo y Loiodice al fin fue titular en lugar del lesionado Sandro.
Y el chico se las llevó todas, soportando el peligro constante, ya de la salida del partido, del dúo Bryan-Miguel, que percutieron una y otra vez. Tan mal colocado estaba que se eliminó el fuera de juego en el sensacional pase de Yangel a Abel en el minuto 8 y que el delantero cristalizó ante Cillesen por bajo.
Había salido bien Las Palmas, con Moleiro muy incisivo y Fábio Silva eléctrico, con dos ocasiones casi seguidas, pero ahí terminó la pólvora insular. Desde el tanto, la posesión y la presencia en el partido fue local. El propio Abel casi clava el 2-0 un par de minutos después con un corte milimétrico de Suárez y tras la media hora llegaron en catarata, lanzados por Herrera y Van de Beek, un remate de Arnau a salida de falta que se fue por los pelos (32'), otra de Yangel y Abel clavada al gol (34') un paradón de Cillesen a tiro mordido de Bryan (35'), otra de Abel en la enésima entrada de Miguel por su banda con Pelmard por allí y finalmente la más clara, el penalti a Yangel.
Era el final de la primera parte, y fue penalti de VAR por un codazo de McKenna en el salto que no se vio en directo, sobre Yangel, pero que fulminó al venezolano al darle en la sien. Avisado en el 'pinganillo', Melero López echó un vistazo y señaló la pena máxima. La tiró bien Abel pero la estirada de Cillesen fue espectacular al palo izquierdo, muy abajo. Cuatro de ocho penaltis lleva detenido Las Palmas este año.
Las Palmas se estira
Así que, lo que debía haber sido un 2-0 ó 3-0 era un simple 1-0. Y eso debió subrayarles Diego Martínez en la caseta porque Las Palmas salió a morder en la segunda parte. Si no empató fue por milímetros, especialmente en una primorosa jugada entre Moleiro, Fábio y Kirian que falló el primero por encima del larguero. Un minuto después al portugués se le hizo de noche ante Gazzaniga. Se olía el 1-1 y el Girona espabiló.
Stuani y Asprilla entraron pero también debutó Bajcetic en los amarillos y siguió el dominio visitante bajo la batuta del gallego de apellido balcánico, tanto que Moleiro perdonó de nuevo el empate en una bola muerta tras remate de Fuster que le quedó un poco justa en el 69'. Míchel no lo veía claro y metió a Solis y Asprilla para robar el balón, y eso ocurrió en el 78, una jugada sin demasiado peligro, toque de Stuani y zurdazo de Asprilla para un 2-0 inmerecido en ese momento, pero nada extraño viendo la primera parte. La pegada del Girona, en la primera jugada de peligro de los locales de la segunda parte.
Apenas dos minutos después llegó el merecido gol visitante en una falta bien sacada de Javi Muñoz, entrada solo de Mika Mármol que al primer toque cruza con la zurda y remata solo bajo el larguero el inefable Fábio Silva. Siete goles de un tipo que necesita muy poco para ver puerta. 2-1 con 10 minutos aún por delante.
A partir de ahí los nervios y múltiples cambios fueron la tónica pero no llegó el empate por un mílimetro a remate cruzado de McBurnie en el 85'. Desde ese punto y con escasas fuerzas no se movió el marcador ni con los 6 extra de descuento (con una última parada sensacional de Cillesen con la cara a Herrera) para alivio local, que veía esfumarse una victoria muy trabajada ante un Las Palmas que despertó en la segunda parte pero echó de menos la puntería local.
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