Todo pasó al final. En la prologanción del primer tiempo, cuando Kike Salas marcó el tanto del Sevilla y en la del segundo, cuando Nyland enfrió el Sánchez Pizjuán, que se quedó con las ganas de ver a su equipo ganar dos partidos consecutivos por primera vez esta temporada. Salió mal el portero a despejar un balón aéreo y le cayó a Valjent, que la envió a la red. Empate amargo para los de García Pimienta. No obstante, el punto les sirve a ambos, hispalenses y baleares, para seguir sin perder y, lo más importante, para mirar a Europa.
Arrasate salió con cinco atrás. Tres centrales, con la novedad de Copete, y los carriles para Maffeo y Mojica. Buscaba rigor defensivo. Y le funcionó al técnico hasta la última acción del primer tiempo cuando Kike Salas marcó el primero de los hispalenses tras un saque de falta de Lukebakio, una pugna de Badé en el área y un último toque de Isaac antes de que el central voleara.
Hasta ese instante, llegaba el Sevilla, pero se topaba con el muro balear. Mascarell se interpuso primero en un remate de Kike Salas, que tenía el día inspirado en ataque, tras un córner que prolongó Saúl de tacón. Llevaba cicuta ese balón. Copete evitó después el susto despejando otro saque de esquina que se envenenó y Valjent tapó un disparo peligroso de Vargas, que creó muchos problemas a los de Jagoba. Lukebakio también dejó algún destello por el costado derecho. Cuando no aparecían los jugadores, surgía Greif para atrapar, en dos tiempos y con alguna dificultad, un disparo de Sow desde la frontal que se complicó mucho tras tocar en un futbolista.
El Mallorca, superado por el Sevilla en el primer acto, mostró poco en ataque. Sólo un par de acciones de Muriqi, el cazagoles del equipo, al que le faltaron centímetros en dos ocasiones. Una para llegar a un centro de Asano tras un pase espectacular de Valjent y otra para cabecear un centro de Maffeo.
El revulsivo Navarro
Asano pudo empatar nada más empezar el segundo tiempo, pero el balón se fue al palo. Centró Maffeo, tocó Badé, la pelota le dio al japonés y se estrelló en el poste. Volvieron los baleares más enchufados del vestuario y apretaron al inicio. Hasta que Vargas y Lukebakio les bajaron los humos y el Sevilla se hizo de nuevo con el control. Isaac acarició el segundo con una jugada individual. Arrasate, viendo que el equipo no respondía, movió el banquillo y acertó. Metió a Robert Navarro, que fue un peligro y rondó el empate en dos ocasiones claras, la primera hubiera sido un golazo. Apretaron los baleares, con Abdón, Larin y Antonio Sánchez, en la recta final y encontraron el premio con el tanto del empate... gracias a Nyland.
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