A Ayoze no le pitan los oídos en el Villamarín

Hay jugadores con ángel. Ayoze es uno de ellos. El canario tiene una calidad rebosante y tirando de ella resolvió a favor del Villarreal un partido de nivel Champions. Además lo hizo en un ambiente muy cargado en su costa. Su decisión de irse del Betis se la recordaron desde la grada desde el primer minuto pitada tras pitada. Sin embargo, tras su gol, el canario no lo celebró. Clase, educación, respeto y los tres puntos al bolsillo. 

Estaba la gente en el Villamarín decidiendo si le pitaba o no a Ayoze (le pitaron y mucho) cuando Aitor Ruibal enganchó una volea tremenda desde fuera del área que adelantaba al Betis cuando sólo se habían jugado dos minutos de partido. Junior pudo hacer algo más, pero el golpeo del jugador bético le sorprendió... como a todos el estadio. Tras el golpe inicial de los locales la cosa se estabilizó.

Marcelino formó con doble lateral (Cardona- Pedraza) para intentar apagar la magia de Antony por la banda.  El Betis le daba la pelota a Isco que de inicio se imponía con bastante facilidad a Parejo y Comesaña. Con el partido ya nivelado llegó el tanto del Villarreal. Un córner en largo lanzado por Parejo lo hizo bueno Foyth y se montó una buena dentro del área pequeña. Remates y rechaces hasta que apareció Barry para acabar con los juegos y remachar a la red. Empate y a remar para buscar la plaza de Champions que verdiblancos y amarillos se van a jugar en el sprint final de la temporada. 

En las tablas apareció  la calidad en ambos equipos. El doble lateral era buena idea, pero para detener el peligro del brasileño Antony hace falta mucho más. Un golpeo y un par centros de zurda encendieron a la grada.  Por parte del Villarreal el que tuvo el gol fue Ayoze, su desmarque lo leyó Yeremy para ponerle un centro al canario que punteó de diestra y el balón salió rozando el palo. Partido de nivel, sin duda. El partido se fue al descanso con la sensación de que aún faltaban muchas cosas por ocurrir sobre el césped del Villamarín.  

El choque regresó del vestuario con una de esas jugadas que dejan a 55.000 espectadores muy tocados. Un centro preciso de Parejo lo durmió Ayoze con  una calidad suprema para darse ventaja y batir la portería local con aparente facilidad. Trece goles lleva el canario en Liga . Tras su golazo decidió no celebrarlo. Así es el fútbol. Un estadio completo pitándole en cada jugada y cuando marca no lo celebra por respeto. Con el Betis aún lamentándose, el Villarreal pudo poner más tierra de por medio si la gran jugada coral del equipo no hubiera acabado con el disparo perfecto de Parejo estrellándose en el palo. Necesitaba reaccionar el Betis y Pellegrini mandó al campo a Bakambu y Lo Celso. Calidad en los cambios. 

Polémica con Lo Celso

Al partido le faltaba una polémica y llegó por partida doble. Primero en el minuto 66. Lo Celso le rascó un penalti más que dudoso a Logan Costa. El VAR avisó al colegiado y tras una corta revisión decidió anular su propia decisión. Respiraron los de Marcelino y el Villamarín se agarró un buen mosqueo. Para el que escribe no hubo penalti, para el VAR, tampoco.  Tres minutos después hubo otro balón dividido que Logan Costa le volvió a ganar al argentino. Tampoco hubo nada. 

El empate lo tuvo Isco en sus botas, pero falló lo que nunca falla cuando tenía todo a su favor.  Betis apretaba las clavijas a los amarillos y Marcelino decidió blindarse de cara el arreón final de los andaluces. Cambió a defensa de cinco y se cerró con orden dispuesto a llevarse los puntos y poner distancia en la plaza Champions.  Lo logró.