Es muy pero que muy reconfortante que en una Liga donde casi todo es previsible, donde algunos pocos realizan inversiones millonarias, en la era de las pizarras, los bloques y el panenkismo barato, que dos modestos y humildes equipos, uno de barrio centenario, el Rayo, y otro de Leganés, casi toda su vida en categorías inferiores, sean importantes y claves en una Liga poco dada a las sorpresas.
Es muy reconfortante que el fútbol d
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