Mbappé paralizó el tiempo en el Parque de los Príncipes en el encuentro ante el Lille. Su jugada para firmar el 1-0 fue, sencillamente, espectacular. Un golazo al alcance de muy pocos, de casi nadie. Una acción de la factoría Kylian.
El galo entró por la banda izquierda, enfiló el área con Tiago Djalo y Bafode Diakite delante. Le intentaron parar, pero Mbappé sacó a relucir toda su calidad: maestría y efectividad. Primero tiró una bicicleta en un espacio reducido y posteriormente lanzó un caño monumental a uno de los dos rivales que le encimaban para luego meterse entre medias de ambos y finalizar la jugada con un derechazo imparable para Lucas Chevalier.
Un gol que levantó la iración del mundo del fútbol. "El ángulo estaba cerrado, pero el instinto asesino ya olfateaba el miedo que se colaba en la mente de los dos defensas del Lille", aseguraba Sidney Govou en Canal + y continuaba con su análisis de la acción: "Ante este tipo de jugador sientes que los dos defensas retroceden y ninguno se atreve a intervenir, eso le da la oportunidad de meterse entre ellos".
Ante este tipo de jugador sientes que los dos defensas retroceden y ninguno se atreve a intervenir
Hasta el portero rival se rindió a la acción de Kylian. "Consigue pasar entre los dos defensas, muy pocos jugadores lo logran. Podemos sorprendernos un poco de que consiga introducirse así, pero es Mbappé", lamentaba Chevalier. "Creo que hoy sólo él es capaz de hacerlo", sentencia Govou.