Para bloqueo, el de Zidane con el once
Real Madrid - Sevilla El tridente Rodrygo, Jovic, Lucas Vázquez no funcionó y condicionó al resto del equipo

No es ventajista decir que la alineación de Zidane generó muchas dudas antes del encuentro. El termómetro del Bernabéu nunca falla y la puesta inicial por el tridente Rodrygo-Jovic-Lucas no gustaba de inicio al respetable, que se temía lo peor. Y casi se confirmaron los peores augurios. El Madrid naufragó a nivel futbolístico y Zizou, que suele acertar casi siempre que arriesga, esta vez se equivocó.
El tridente de Zidane no sólo no metió miedo, sino que condicionó el juego de los centrocampistas del Real Madrid. La posesión fue del Sevilla -algo impensable hace unos días, con el Madrid sacando pecho por su fútbol control con cinco medios- y las ocasiones también.
Por suerte para Zidane, siempre puede contar con Casemiro, que se puso el traje de delantero centro para marcar dos golazos de puro nueve. El nueve de verdad, Jovic, dejó un taconazo genial para asistir al brasileño y poco más. El gesto técnico del serbio le sirve para acreditar que es un buen jugador, pero su frialdad no encaja con el Bernabéu. Al público madridista a día de hoy le gustan más futbolistas como Mendy, que salió al final en lugar de un Marcelo que escuchó pitos. ¿Y Modric? Nivelazo. Nunca den por muerto a un Balón de Oro...

Casemiro salvó al Real Madrid. Además de lo suyo, hizo lo de Jovic, Rodrygo, Lucas, Benzema... Marcó un doblete y rozó el hat-trick. Y los goles, de calidad, definiendo como el mejor de los nueves. El primero, tras una gran pared con Jovic, picándola por encima del portero. El segundo, rematando de cabeza de manera impecable un centro de Lucas. Primer doblete de Casemiro con la camiseta del Real Madrid, que sirvió en bandeja un triunfo clave para el conjunto blanco, atascado como hacía tiempo.

Se hablará mucho tiempo de la actuación de Martínez Munuera y del VAR en este partido. No dejaron contentos a ninguno, aunque el ruido lo harán el Sevilla y los aficionados del Barça con el primer gol anulado a De Jong por un bloqueo de Gudelj a Militao. La encuesta de MARCA.com revela que es imposible poner de acuerdo al personal ni usando la tele. "Hay bloqueo en la cara de Militao", dicen los madridistas. "Bloqueo como en todos los córners", dicen los sevillistas. Sin VAR, está claro, ese gol habría subido al marcador y nadie habría dicho nada tras ver la repetición.
Pero los madridistas también se quejan del gol del empate sevillista. Porque hay una mano (involuntaria) de Munir antes de que De Jong marcara su golazo. Con la ley en la mano se debió anular el gol. ¿Por qué no se hizo? Otro misterio del VAR...

Venga hablarse toda la semana de que el Sevilla no tiene gol y salir De Jong y parecer Ronaldo. El primer tanto que le anularon fue un golazo, un cabezazo por toda la escuadra. El segundo que marcó, el que valió, lo tuvo todo. Intuición, regate y un zurdazo inalcanzable para Courtois. En el día en el que se vestía por primera vez como sevillista En-Nesyri, De Jong al fin dijo "aquí estoy yo".


No atraviesa por un momento Marcelo. El lateral brasileño volvía al equipo tras ser suplente en los dos partidos de la Supercopa de España y no le fue bien ni al Madrid ni al propio futbolista, que escuchó pitos de un sector del Bernabéu. Defensivamente ofrece mucho menos que Mendy y en ataque aún no tiene el fuelle necesario para marcar diferencias. Cómo estaría siendo su partido para que Zidane, su gran valedor, decidiera retirarle del terreno de juego para amarrar el resultado. Porque de un tiempo a esta parte, la presencia de Marcelo en la izquierda compromete al Madrid mucho por ese costado.


De las mejores noticias del Madrid: Modric sigue creciendo. El croata atraviesa un momento físico espectacular y su fútbol lo nota. Lukita aparece por todas partes y se echó al equipo a la espalda en los momentos más complicados del encuentro. Si hace un mes se quedaba en el banquillo en el Clásico, ahora mismo vuelve a tener galones de titular. Si mañana hubiera otro duelo ante el Barça, lo jugaría seguro. Nunca den por muerto a un Balón de Oro...