La última gran temporada de Isco, en términos de regularidad, fue la de la estampida de Zidane: no es que fuera el futbolista más utilizado pero cerró el año de la Decimotercera como titular en aquella final y con 49 partidos y 2.957 minutos. Aquel año fue el último que además arrancó bien, con tres partidos de titular de los cuatro primeros disputados, tres de Liga y uno de Champions, y sin lesiones.
Esta campaña, sin embargo, el arranque de Isco va más en la línea de sus dos últimas temporadas, muy por debajo de lo esperado, y esta es la peor señal. De los cuatro partidos que lleva el Madrid, ha disputado sólo 102 minutos y no ha ha regresado con España. Su último tanto del blanco es del pasado 2 de febrero en la ida de los octavos de la Champions ante el City.
Un comienzo muy en la línea de sus dos últimas campañas. En la pasada, que cerró con 30 partidos y solo 1.618 minutos, tuvo un cuarto de hora en el primer partido ante el Celta, titular y 68 minutos ante el Valladolid, pero se lesionó después, por lo que sumó 83 minutos en los primeros cuatro partidos. No reapareció hasta el 5 de octubre contra el Granada. Acabó siendo su peor año de blanco.
Isco comenzó con Lopetegui en la 18-19 de la misma forma, y eso que el ex seleccionador tenía en mente darle los galones al malagueño como hacía con La Roja. Pero el inicio de temporada tampoco le ayudó. De las cuatro primeras jornadas, sumó algo más de la mitad de los minutos. Solo fue titular en las dos primeras jornadas ante el Getafe (58') y Girona (77'), más 28 contra el Leganés y 29' ante el Athletic. En total, 192 minutos. Justo después tuvo que ser operado de apendicitis y ya no reapareció hasta el 20 de octubre contra el Levante. Cerró la temporada también muy por debajo de lo esperado, con 37 encuentros y 2.957 minutos.
En resumen, Isco lleva ya con este tres años en los que en pleno mes de octubre su máquina sigue sin carburar por distintos motivos. Esta temporada sólo saltó de inicio ante el Valladolid para ser sustituido en la segunda mitad. Como en los dos arranques anteriores, también hay una lesión. En esta ocasión un esguince de tobillo le ha hecho ir con retraso. La primera jornada fue baja, pero ha tenido ya tiempo para ir cogiendo vuelo y no ha sido así.
Su eclipse en el Madrid se empieza a reflejar con la selección. Para Luis Enrique era una pieza muy importante, pero la última aparición del centrocampista fue en el 3-0 a Suecia en junio de 2019, con Robert Moreno al frente del equipo.
Isco afronta seguramente una campaña clave en su futuro con el Real Madrid. Ha contribuido de forma brillante a la mejor etapa del Madrid, primero con Ancelotti y sobre todo con Zidane, pero una tercera etapa en la senda de las dos anteriores sería complicado para sostenerse otra campaña más vestido de blanco. Le queda tiempo para reaccionar, pero la ruta, de momento, no es la indicada.