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- Real Madrid. El último mensaje de Mbappé
Hace un año, Eder Militao era un jugador hundido. El 6 de febrero, cuando Zidane dio un puñetazo sobre la mesa antes de viajar a Huesca, el central brasileño atravesaba otra crisis. Estaba sancionado porque la semana anterior solo duró nueve minutos en el campo antes de ser expulsado ante el Levante. A eso se sumó un lesión traumática que le tuvo parado todo el mes de febrero. No había manera de que Militao echara a andar y diera pistas de que no iba a ser uno de los centrales fichados por el Madrid por mucho dinero y que luego se los traga el peso de la camiseta blanca.
Un año después, Militao es capitán general del Real Madrid. El 6 de febrero de 2022 firmó otro partido para enmarcar, ante el Granada. Es candidato sobrado a ser nombrado como mejor central de LaLiga. Cada aparición en el campo del defensa nacido en Sertaozinho es una exhibición de fuerza, potencia, energía, elecciones correctas y líneas marcadas que los delanteros rivales no son capaces de atravesar.
Su peso en el equipo blanco se ha disparado. Desde que llegó a la Casa Blanca en el verano de 2019, Militao suma 73 partidos. De ellos, 32 (43,8%) pertenecen a esta temporada. Porque el 3 del Real Madrid es el jugador de campo más utilizado por Ancelotti en lo que va de temporada. Solo Courtois, con las mismas apariciones, le supera en minutos disputados: 2.910 por 2.904. El tercero es Alaba: 2.784 en 31 partidos.
Ante el Granada, como ocurrió en San Mamés en la Copa, Militao desplegó un manual de grandes acciones defensivas. Pocas como una lectura perfecta de espacio y tiempo al arrancar la segunda parte. Lo que nació como una acción a campo abierto con pinta de un mano a mano entre Militao y Luis Suárez se convirtió en una jugada en la que el delantero colombiano del Granada decidió recular, levantar bandera blanca y no atreverse a desafiar a un defensa que con su movimiento había parado la acción antes de que tuviera el mínimo peligro.
Fuerza mental
La mejora de Militao puede analizarse desde muchos puntos de vista, pero quizá ninguno merezca tanta atención como el mental. De aquel partido ante el Levante quedó, además de lar roja, la imagen de Militao golpeándose la cabeza en la grada del Di Stéfano por no haber leído bien esa jugada. Todo le salía mal. Fatal. Pero no se hundió y encontró la manera de limpiar su cabeza para cuando Zidane tuvo que echar mano de él, al quedarse primero sin Ramos y luego sin Varane, crecerse y poner las piedras para ser el poderoso central que ha construido con Alaba una pareja que ha minimizado la salida de los dos capos de la zaga blanca en la edad dorada de las cuatro Champioms.
El paso de los partidos no hace más que confirmar que Militao es capital para este Madrid. Y en las dos partes del campo. El jugador
de LaLiga que más balones corta (58) ha sido decisivo en los dos últimos partidos en casa del Madrid en el campo rival. Ante el Elche marcó el gol que evitó la derrota blanca y ante el Granada fue quien provocó la perdida en la salida nazarí que permitió que la pelota llegara a la zurda de Marco Asensio.
El desafío del PSG y Mbappé
El momento de Militao, claramente superior al de la mayoría de sus compañeros de equipo, es vital para el Madrid en en duelo ante el PSG. El equipo de Pochettino tiene en su delantera su gran potencial. Y hacia el costado de Miltao, el derecho del centro de la zaga, es por el que más daño hace Mbappé. En ese lado se acumulan la mayor parte de las asociaciones entre Kylian y Neymar.
La potencia y velocidad del 3 blanco se dibuja como uno de los elementos más importantes que tendrá Ancelotti a la hora de frenar los ataques del cuadro parisino.
Antes de que llegue ese duelo, al Madrid le queda la visita al campo del Villarreal. Será la primera vez que Militao juegue en el campo de La Cerámica. Porque en las tres anteriores visitas del equipo blanco a la capital de la cerámica, era un jugador apagado, encogido. En las dos primeras fue suplente y en la del año pasado acababa se salir del protocolo del coronavirus. Eran otros tiempos, era otro Militao. Ahora llega a la casa del Villarreal como capitán general de la zaga blanca. Y de LaLiga.