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El 'Raulismo' resurge con fuerza en el Real Madrid. La remontada del Castilla en el 'playoff' de ascenso es la remontada también de una figura, la del mítico 7 blanco, que cada vez adquiere más vigor en el club. La goleada al Barça Atlètic es un nuevo golpe encima de la mesa del técnico del Castilla, que está moldeando una temporada para enmarcar.
Así se lo reconoció Florentino Pérez. El presidente del Real Madrid saludó uno por uno a los jugadores tras la épica victoria ante los azulgrana, para fundirse en un abrazo con Raúl y darle la enhorabuena por la remontada y por el esfuerzo realizado en la eliminatoria. Fue su particular reconocimiento al gran trabajo que está haciendo Raúl. Una eliminación ante el Barça hubiese sido dolorosa, pero la remontada es un espaldarazo para la figura del técnico, que sigue creciendo más allá de los planes que pueda tener el club sobre quién debe ser el sucesor de Ancelotti.
Raúl es Real Madrid y es donde me siento bien, feliz y donde creo que hago feliz a la gente
Por si fuese poco, la declaración de amor de Raúl al Real Madrid tras la remontada y con los rumores sobre su posible salida del club en el ambiente, no hacen más que reforzar el 'Raulismo' que se ha instalado de nuevo en el conjunto blanco. "Me encantaría seguir aquí y continuar, pero en el mundo del fútbol no se sabe. Raúl es Real Madrid y es donde me siento bien, feliz y donde creo que hago feliz a la gente", aseguró.
El Madrid valora en la misma medida a Raúl que lo hacen fuera, donde muchos equipos ya lo tienen en el punto de mira para hacerse cargo de sus proyectos de futuro. La decisión está en el tejado del técnico, que se siente valorado y querido en el Real Madrid, pero también está con ganas de dar un paso al frente en su carrera en los banquillos.
El éxito del Raúl entrenador
El éxito de Raúl como entrenador tiene muchas claves. Conoce la casa a la perfección, tiene las ideas claras y no se deja influenciar. Escucha mucho a sus colaboradores y entre todos buscan el mejor rendimiento sin sentirse influidos por el ruido de fuera. En ocasiones es algo hermético por sus vivencias como futbolista de élite, pero hace piña con su entorno más cercano.
Luego está su gen ganador. La remontada tuvo el sello del mítico siete blanco. El espíritu ganador lo transmite semana tras semana. Todo futbolista que quiera evolucionar, tiene en él un espejo y un mentor porque sus experiencias a todos los niveles no las van a conseguir en otro lugar.
Exigente y competitivo al máximo. Su forma de ver el fútbol es clara: con él juegan los que cumplen sus cuatro requisitos innegociables: buenos profesionales, buenos entrenamientos, buen descanso y buena actitud. Lo que considera que necesita un futbolista para ser importante en su equipo.
Su evolución táctica también es destacable. Si bien en otras temporadas el 4-4-2 era un sistema inamovible, este año ha sabido adaptar el dibujo táctico a las necesidades de una temporada que tenía el objetivo muy claro. Ha sabido exprimir y potenciar las virtudes de toda la plantilla. Ha encontrado la solidez defensiva, conjugada con un ataque letal para evitar la descompensación que en ocasiones castiga a los filiales.