- Responsabilidad. Endrick, el niño que lleva tomando decisiones desde los 10 años
- Referente. Ronaldo Nazário, el '9' que hacía lo que quería con la pelota a una velocidad trepidante
El fútbol ha cambiado en los últimos años. Todo se acelera y la edad ya no es obstáculo para que el talento se haga notar. Brasil es uno de los mercados en los que los proyectos de futbolista parecen obligados a acelerar el proceso por aquello del talento innato del país sudamericano. Los clubes detectan el talento y después son los agentes los que dan forma a su carrera deportiva y comercial. Fábio Wolff es uno de estos últimos. Especialista en marketing deportivo, socio-director de Wolff Sports, gestiona la gestión de imagen de Endrick y Luis Guilherme. MARCA ha tenido ocasión de hablar con el citado Wolff y con Thiago Freitas para encontrar la realidad deportiva y comercial del futbolista.
El reto con Endrick comenzó con tan solo 15 años. "Sí que es posible encontrar el lugar comercial para estos futbolistas tan jóvenes. Prueba de ello es el propio Endrick. Firmamos el contrato más temprano en la historia del fútbol brasileño para él. Hicimos un plan estratégico de posicionamiento de imagen basado en las carreras de Nadal, Ferderer y Cristiano Ronaldo. Es decir, pocas marcas, pero empresas que tienen una narración natural con el deportista, que tienen sinergia".
Wolff tiene claro el punto de partida de todo. "No es un intercambio financiero. Endrick, por ejemplo, es un chico que habla muy bien con todas las edades, por la magia de su fútbol, la forma relajada en la que se comunica y su forma de actuar".
La pregunta es clara y hace referencia a lo que hace pensar que un joven deportista tiene talento y puede llegar a ser una estrella comercial y deportiva. "Él tiene lo más difícil: el don, el enfoque, y es un chico maduro. Nacido para ser futbolista. El tema comercial también lo tiene. Se porta muy bien en el estudio, en las grabaciones, no se queja y siempre está disponible. Lo orientamos en la meta trazada y le damos tips e intercambiamos ideas para que se moldee de la mejor manera posible para combinar lo útil con lo agradable: un talento en el campo y, fuera de las cuatro líneas, un excelente producto. Así, en realidad, queda una venta muy atractiva para el mercado".
Los futbolistas cada día llegan antes a la primera línea y todos miran a Cristiano Ronaldo y Messi por aquello de su éxito, pero para Wolff cada uno debe marcar su camino. "Primero que nada, tiene que ser natural, no puede ser falso o algo producido para el mercado. Antes de comenzar a trabajar con Endrick, tratamos de conocerlo y a su familia, comprender sus valores familiares, sus creencias y la forma en que llevan su vida diaria. Todo esto es muy importante. Si esos atributos suyos no coincidieran con lo que esperábamos de él como producto, ni siquiera trabajaríamos con él. Así que es natural, es genuino. Transmite familia, educación, respeto por los demás y alegría".
Ser auténticos, sinceros...
El reto no es otro que convencer a los deportistas más jóvenes de la importancia de una gestión de imagen equilibrada y coherente. "Esto es muy importante. Es inisible pensar que Brasil, con la cantidad de talentos que nacen todos los días, tenga un mercado muy inexperto en este tema de gestión de imagen. Eso es porque, los futbolistas con sus respectivos directores, la mayoría de las veces, no le dieron la debida importancia a la imagen. Es una súper industria en otros países, con agencias que tienen innumerables atletas que se encargan de la gestión. Estos futbolistas son buscados por el mercado en todos los niveles, desde un Tom Brady hasta un atleta bueno o promedio. Aquí esto no sucede, la mayoría de las veces, porque no hay trabajo de gestión. Y precisamente por eso estamos trabajando con la imagen de Endrick, para que ocupe este espacio, y para que este 'caso' se convierta en un modelo de mercado, un benchmarking, y que podamos abrir este mercado a otros deportistas".
Thiago Freitas y Roc Nation
El mercado está cambiando y cada día que pasa los futbolistas van dirigiendo su carrera en dos vías: la deportiva y la comercial, algo que no siempre gusta a los clubes. Thiago Freitas es el COO de Roc Nation Sports Brazil y reconoce el cambio: "No solo el fútbol, sino toda actividad basada en la personalidad ha cambiado drásticamente desde la popularización de las redes sociales. Hoy, el deportista, el artista o incluso el columnista pueden mostrarse y ser vistos, con o sin producción, en vivo o no, a cualquiera, en cualquier lugar. Todo puede ser grabado, compartido, sin que tengas que saber quién va a recibir el contenido, y por tanto, también eternizado".
El impacto del fútbol va más allá del que pueden tener cantantes, actrices y todo por aquello del sentimiento y el apego a una bandera. "Los deportistas comenzaron a lidiar con demandas que eran propias de los artistas de la música, pero que son mucho más relevantes, primero, porque se asocian de una manera diferente con sus países de origen. Convocados a sus selecciones, defienden banderas, historias, independencia, orgullo, honor, y reúnen, en un mismo espacio, a aficionados a la ópera, el rock y el rap, desde los siete hasta los setenta años".
Otro gesto que produce fidelidad tiene mucho que ver con la victoria. "Además, no hay lenguajes de la mirada. No hay códigos y lenguajes visuales que requieren alguna instrucción adicional para entender el mensaje que transmite el gol de Vini en la final de la Champions. Los que hablan chino, español, inglés notaron exactamente lo mismo".
España y Brasil llevan muchos años caminando de la mano en eso de los traspasos de futbolistas y con ello el cambio de equipo entre los aficionados más jóvenes. "Tener, a lo largo de muchos años, algunos de los principales futbolistas brasileños, que destacaron en la selección y que eran queridos por el pueblo, llevó a los brasileños a seguir naturalmente a estos futbolistas en sus clubes españoles. Hoy, con la llegada de los dispositivos móviles y los servicios de streaming, sumado a la inseguridad de nuestros estadios, puedo decir que sin una fuerte influencia de los padres, es más fácil que un niño brasileño simpatice con un gran club europeo, que con un gran club de nuestro país. Solo una minoría va a estadios y sin vivir ese ambiente, ver lo que se transmite en la Liga española es mucho más agradable que ver lo que se transmite desde Brasil".
El campeonato brasileño intenta recuperar el terreno perdido por diversos factores, empezando por la prioridad dada a la selección brasileña. "A principios de los años noventa se inició en Brasil un proceso que redujo el producto del fútbol brasileño a la selección brasileña, lo que, a través del calendario de partidos, impidió que nuestros clubes jugaran torneos amistosos y se encontraran con clubes europeos en pretemporadas, haciendo sus marcas e historias completamente irrelevantes en todo el mundo. Seguir en Brasil, para el futbolista, es seguir con menos relevancia a nivel mundial, y ser relevante en todo el mundo es cada vez más interesante".