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Nacho Fernández: de niño a capitán

MARCA se adentra en la 'cuna' del jugador y habla con aquellos que lo conocen desde niño. Estos fueron sus inicios. Así ha llegado a la capitanía blanca. Esta es su historia

Nacho Fernández: de niño a capitán
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- A la Avenida Pasionistas 10, por favor.

- ¿Alcalá de Henares? Pregunta el taxista en un tono sumergido entre el asombro y la curiosidad.

- Sí, al Colegio San Gabriel.

Nacho Fernández: De niño a capitán

Seguramente esas tres palabras no le resolviesen sus interrogantes. Posiblemente, pensaría que aquella calurosa mañana se dirigía a un destino más de los tantos que ha frecuentado. Probablemente, no sería de su conocimiento el hecho de que entre las rugosas paredes de ese edificio sexagenario de la localidad madrileña al que nos dirigíamos, creció un niño que hoy es el primer capitán del Real Madrid. En esos campos de tierra y cemento donde ahora brotan cascotes y matojos, dio sus primeras patadas a un balón José Ignacio Fernández Iglesias, más conocido como Nacho.

Nacho Fernández de pequeño, y de mayor como capitán del Real Madrid.
Nacho Fernández de pequeño, y de mayor como capitán del Real Madrid.ANGEL RIVERO

Un chico especial desde pequeño

"Lo conozco desde que nació. Su madre y yo hemos crecido juntas", asegura Fátima Mínguez. Fátima es de Alcalá de toda la vida, pero además de ser amiga íntima de su progenitora, conoce a Nacho como si lo hubiese parido. Entre otras cosas, porque era la persona que le vio crecer entre llantos, juegos y sonrisas. Entre otras cosas, porque fue su profesora durante toda la estancia del jugador en el parvulario del Colegio San Gabriel. "Al principio le costó separarse de sus padres, como a todos, pero enseguida se adaptó. Era muy bueno, obediente, trabajador y no daba ningún tipo de problema", confiesa su educadora.

Fátima Mínguez, profesora del colegio San Gabriel.
Fátima Mínguez, profesora del colegio San Gabriel.RODOLFO ESPINOSA.

Para ella, a ese niño ya se le veía algo especial cuando apenas daba sus primeros pasos, pero afirma que siempre ha querido pasar desapercibido: "Era muy tímido e introvertido, aunque conforme fue creciendo se comunicaba y relacionaba mejor con los demás".

Siempre que podía estaba con un balón, ya fuese en clase o fuera de clase, en cualquier momento

Fátima Mínguez, profesora de Nacho en parvulario

Asimismo, desvela que había dos elementos intrínsecos a Nacho desde pequeño: su familia y, especialmente, el esférico: "Siempre que podía estaba con un balón, ya fuese en clase o fuera de clase, en cualquier momento".

Nacho de pequeño en el colegio San Gabriel.
Nacho de pequeño en el colegio San Gabriel.

Las primeras patadas al balón

El central blanco y el cuero han sido siempre inseparables. Las pistas de recreo del colegio San Gabriel fueron las primeras en apreciar el talento diferencial de aquel niño. En ellas hizo sus primeros pinitos competitivos en la denominada Liga de Fútbol de Colores, un campeonato conocido en la comunidad madrileña, en la que defendió los colores de su centro educativo.

Campo del colegio San Gabriel.
Campo del colegio San Gabriel.RODOLFO ESPINOSA

En uno de esos tantos partidos, se encontraba presenciando el encuentro desde la banda Juan Luis Pérez, entrenador, con más de 29 años de experiencia, de la AD Complutense Alcalá. El técnico, a los pocos minutos, se dio cuenta de que estaba ante un jugador único y diferente: "Me impresionó su capacidad de jugar con las dos piernas y la personalidad que tenía. No era una cosa común en los niños de su edad".

Me impresionó su capacidad de jugar con las dos piernas y la personalidad que tenía. No era una cosa común en los niños de su edad

Juan Luis Pérez, entrenador de Nacho en la AD Complutense Alcalá

Asombrado por el desempeño de Nacho, se acercó decididamente a hablar con él al finalizar la contienda: "Le dije: 'chaval, ¿te quieres venir a jugar con nosotros?' Y me dijo: 'díselo a mi padre'. Se lo comenté y me contestó: 'mañana mismo está aquí'". Y así empezó todo. Tan sencillo como parece. Una simple y mera conversación había sido suficiente para que el joven futbolista cambiase de equipo. Algo que hoy en día parece inconcebible, pero que por aquel entonces era la tónica habitual.

Una nueva etapa en Alcalá

Tal y como había dicho su padre, al día siguiente estaban allí, en las instalaciones de la AD Complutense Alcalá. Un complejo deportivo al que se accede tras atravesar las calles y manzanas del municipio alcalaíno y que hace parecer un oasis cercado por las elevadas infraestructuras arquitectónicas. Nada más entrar se respira fútbol base. Nada más pisar los distintos campos del recinto se puede sentir el caucho invadiendo tus zapatillas.

Ficha técnica de Nacho con la AD Complutense Alcalá.
Ficha técnica de Nacho con la AD Complutense Alcalá.

En los vestuarios se perciben los sueños de aquellos niños que anhelan convertirse en el 'nuevo Nacho'. El interior de la caseta refleja la humildad de la escuela. Cuatro paredes con un banco en cada una de ellas. Una bancada donde se sienta Juan, recordando viejos tiempos, para contarnos cómo fue entrenar durante las etapas de Benjamín y Alevín al ahora capitán del Real Madrid. "Era un niño muy inquieto. Nunca paraba con el balón y siempre quería más. Era muy buen compañero, amigo de sus amigos y un chaval que se llevaba bien con todos", revela.

Juan Luis Pérez, entrenador de Nacho en el Alevín de la AD Complutense.
Juan Luis Pérez, entrenador de Nacho en el Alevín de la AD Complutense.RODOLFO ESPINOSA

El técnico cuenta también la capacidad que tenía desde pequeño el madrileño para ocupar cualquier posición: "Era un jugador completo, capaz de hacer todo. Sí es verdad que yo siempre lo he utilizado del centro hacia adelante y ha dado la casualidad de que luego ha jugado de defensa". Para él, Nacho era un ganador nato con un carácter competitivo encomiable desde pequeño: "Se enfadaba muchísimo cuando perdía. Le suponía un enfado gradual que le duraba bastante tiempo". Esa índole, sumada a su calidad futbolística, le iba a hacer erigirse como uno de los jefes del equipo. "Hay una cosa que ocurre con los niños y es que siempre respetan al que juega bien. El que mejor juega siempre es el líder", asevera.

Nacho con la AD Complutense Alcalá.
Nacho con la AD Complutense Alcalá.

Pero, añade que el ser el adalid del equipo no le llevó a ver alterado su ego: "Es y era una persona bastante normal. No ha sido el típico que iba de superior por el fútbol. Era un chico muy tranquilo y sereno". Afirma que lo que le hacía ser irado por sus compañeros eran sus aptitudes sobre el campo: "Él no era respetado por su personalidad, sino que se hacía respetar jugando. Cumplía perfectamente con todo y por eso le respetaban".

Nacho no era respetado por su personalidad, sino que se hacía respetar jugando

Juan Luis Pérez, entrenador de Nacho en la AD Complutense Alcalá

Y además, lo hacía en cualquier circunstancia, sin importar el dónde ni el cómo: "Hubo un partido que desde el primer minuto me confesó que estaba lesionado. Yo le dije: 'bueno, ponte delante y haz lo que puedas'. Metió cuatro y jugó todo el partido lesionado. Era muy responsable, un tío que cuando salía al campo era capaz de hacer lo que hiciera falta".

Esta serie de rasgos y atributos hicieron saltar las alarmas de los grandes clubes, entre ellos, el que iba a ser el equipo de su vida: el Real Madrid. "Ganamos la liga y la copa en benjamines. Al año siguiente, a falta de cinco partidos para acabar, vino el Madrid y le propuso fichar por ellos", desvela el entrenador. Su llegada al club blanco se caracterizó por la naturalidad propia del alcalaíno. "No hizo nada extraordinario después de que lo llamasen. Esa era su mayor virtud. En él todo era muy normal", concluye.

Nacho y Juan en un torneo con la AD Complutense Alcalá.
Nacho y Juan en un torneo con la AD Complutense Alcalá.

Su llegada al Real Madrid

Y con esa sencillez, humildad y llaneza, aterrizó en el Real Madrid, pero no lo hizo solo, sino que lo haría de la mano del técnico que apostó por él para formar parte del Alevín B del club blanco: Rodolfo de la Rubia. Un míster de la cantera del conjunto de Chamartín, que, al igual que Juan, quedó deslumbrado en cuanto vio jugar al joven de Alcalá. "Vicente del Bosque fue el que lo descubrió. Era el coordinador de las categorías inferiores y nos dijo que fuéramos a verlo. Me gustó todo de él", reconoce de la Rubia.

Vicente del Bosque fue el que lo descubrió. Era el coordinador de las categorías inferiores y nos dijo que fuéramos a verlo. Me gustó todo de él

Rodolfo de la Rubia, primer entrenador de Nacho en el Real Madrid

Añade que sintió que era un jugador muy completo y tácticamente más inteligente que el resto: "Tenía mucha personalidad y confianza en sí mismo, pero a su vez era un niño normal". Rodolfo fue su entrenador durante las primeras temporadas en el Alevín del Madrid, equipo al que Nacho llegó con 11 años.

A pesar de su corta edad, el futbolista ya sentía el color blanco como propio: "Él ya era madridista antes de venir. No se adaptó a la cantera, sino que fue al revés". No obstante, resulta curioso que, acostumbrado a jugar en el medio o incluso de delantero, la llegada al conjunto de Chamartín le supuso una metamorfosis posicional que iba a cambiar para siempre su carrera: "Era capaz de jugar donde quisiese, pero vimos que el puesto de defensa central era perfecto para él".

Rodolfo de la Rubia con Nacho y los alevines del Madrid.
Rodolfo de la Rubia con Nacho y los alevines del Madrid.

Un compañero de vestuario

Y así fue como se empezó a forjar la leyenda de la zaga blanca desde el primer año. El joven llegó a Valdebebas a mitad de temporada y se adentró en un nuevo vestuario que para muchos niños es comparable a Disneyland. Uno de esos niños era Víctor Merchán, compañero de Nacho desde alevines hasta el Castilla.

Ambos han ido siempre de la mano, compartiendo momentos inolvidables tanto dentro como fuera del campo, empezando por el principio: "Lo primero que recuerdo de él es su timidez. Es normal, vino de otro club con la competición iniciada y se mostraba un tanto reservado". Pero Víctor pudo conocerlo de manera más cercana y personal: "Los dos tenemos un hermano pequeño y nuestros padres iban juntos a todos los viajes. En las distancias cortas, Nacho hacía bromas y se abría mucho más".

Víctor Merchán en la entrevista para MARCA.
Víctor Merchán en la entrevista para MARCA.

En lo que respecta al terreno de juego, el madrileño seguía siendo el mismo. Lo que ya había demostrado en los alevines del Complutense Alcalá, lo reiteró con la camiseta blanca durante las categorías inferiores. "Desde el inicio se hizo con un sitio en la defensa y era uno de los referentes de nuestro equipo y de la cantera", afirma Víctor.

Pese a dar un importante salto en su carrera y llegar a un club lleno de futuribles estrellas, el alcalaíno seguía mostrándose como el guía al que seguir dentro del campo. "Era un tipo de líder que no llevaba la voz cantante, pero cuando se le necesitaba siempre estaba. Era introvertido, pero el carácter ganador, competitivo y de capitán lo tenía", confiesa Merchán.

Nacho era un tipo de líder que no llevaba la voz cantante, pero cuando se le necesitaba siempre estaba

Víctor Merchán, compañero de Nacho desde Alevín hasta el Real Madrid Castilla

Tal era el punto, que sus compañeros, conforme iban conociéndolo, trataban de sacarle ese lado guerrero: "Cuando nos enfrentábamos al Barcelona en los torneos de Brunete y Cadete había un chico diferencial por aquel entonces que era Bojan Krkic. Entonces nosotros tratábamos de picar a Nacho diciéndole: 'mañana tienes que marcar a Bojan, que es mejor que tú'". Eso provocaba que al día siguiente se viese la versión más óptima del jugador. "Él, de normal, era muy tranquilo, pero ese pique le hacía salir más motivado y conseguía secar a Bojan como nadie más en España lo hacía", sentencia.

Nacho durante un partido de la cantera.
Nacho durante un partido de la cantera.REALMADRID.COM

La llegada de la adolescencia y bachillerato

Fueron pasando los años y aquel niño que daba patadas a un balón en un barrio de Alcalá fue haciéndose mayor. Y llegaría la adolescencia, esa etapa de cambios que todo joven ha de atravesar. Y con ella, el paso por secundaria y bachillerato, que tuvo que compaginar con su estancia en las categorías inferiores del Real Madrid. A pesar de la inevitable transición, Nacho continuaba siendo ese tímido chaval que un día entró por la puerta del colegio San Gabriel, y que todavía no había salido por ella.

En bachillerato, Nacho seguía siendo superintrovertido. Trataba de pasar desapercibido en clase

Susana Rosillo, tutora de Nacho en Bachillerato

"Recuerdo verle desubicado al principio. El salto a bachillerato es grande para todos y él tenía que compatibilizar las exigencias académicas con el fútbol", señala Susana Rosillo. Ella fue su tutora en el colegio San Gabriel durante los años de bachillerato. Cuenta que, ni con el paso de los años, Nacho perdió esa esencia que le acompaña desde pequeño en su carácter y forma de ser: "Seguía siendo superintrovertido. Siempre trataba de pasar desapercibido en clase. Nunca llevaba la voz cantante ni levantaba la mano para preguntar".

Susana Rosillo, tutora de Bachillerato de Nacho.
Susana Rosillo, tutora de Bachillerato de Nacho.RODOLFO ESPINOSA

Y es que, a esas alturas, el central madridista ya era conocido en todo el centro educativo y era el foco de muchos estudiantes que le iraban y preguntaban sobre su estancia en el club blanco. "Muchas veces cuando salía en la prensa o subía a entrenar con el primer equipo, los compañeros le atosigaban a preguntas. Para sacarle un poco del atolladero le decía: 'Venga Nacho, habla un poco del tema y luego nos centramos en la clase'", cuenta Andrés López. Andrés era otro de sus profesores durante los años de bachillerato.

Añade que el jugador se levantaba del asiento para hablar de alguna experiencia determinada mientras el resto de alumnos alucinaban cuando de la conversación brotaban nombres como el de Cristiano Ronaldo o Benzema: "Él agradecía hacerlo de esa manera porque así no se hablaba más del asunto. No quería notoriedad. Siempre ha sido muy educado, responsable y normal".

Nacho es muy familiar. Su hermana Maite y su hermano Alex son como sus mejores amigos

Andrés López, profesor de Bachillerato de Nacho

Esa normalidad es la que le ha hecho mantener los pies en la tierra, siempre con la ayuda de dos pilares fundamentales de los que no se ha separado con el paso de los años: amigos y familia. "Tenía su grupo de colegas que formó de pequeño y me consta que siguen quedando hoy en día", revela su profesor Andrés.

De ese círculo, también han formado parte sus hermanos, un elemento fundamental en su vida. "A pesar de tener diferentes edades, estaban muy apegados desde niño. Nacho es muy familiar. Su hermana Maite y su hermano Alex son como sus mejores amigos. Además, con este último siempre ha compartido la pasión por el fútbol y se han ayudado y protegido", finaliza su antiguo maestro.

Andrés López, profesor de Bachillerato de Nacho.
Andrés López, profesor de Bachillerato de Nacho.RODOLFO ESPINOSA

Dos caminos incompatibles y un punto de inflexión

Según Andrés y Susana, ese vínculo familiar era bidireccional y recíproco, ya que sus progenitores se desvivían por el hecho de que su hijo pudiese compaginar los estudios con el fútbol. "Sus padres siempre han intentado que estuviese en la escuela el mayor tiempo posible. Salía de clase y tenían preparada la comida en el coche para llevárselo a entrenar. Nosotros intentábamos ayudar cambiándole algún examen de fecha" relata Susana.

No obstante, llegó un punto en el que las exigencias académicas eran imposibles de compatibilizar con su carrera deportiva, en la que había dado el salto ya al Castilla. Esto derivó en un cambio de centro educativo. "Al empezar segundo de bachillerato, los horarios eran cada vez más difíciles de cuadrar y el Madrid le ofreció mudarse a otro instituto más accesible para su ritmo de vida", desvela su tutora.

Cada vez los horarios eran más difíciles de cuadrar y el Madrid le ofreció mudarse a otro instituto más accesible para su ritmo de vida

Susana Rosillo, tutora de Nacho en Bachillerato

Cuando le preguntan por cómo definiría a Nacho y su paso por el colegio, no sabe con qué quedarse de todo lo bueno que ha vivido con él: "Era un gladiador. Él ha llevado al cabo de su vida un montón de retos, entre ellos el de su enfermedad. Le diagnosticaron diabetes a los 12 años y lo sobrellevó como un verdadero luchador. Es una persona y alumno ejemplar".

Llegada al Castilla y debut en el primer equipo

El jugador dejó el colegio San Gabriel para poder compaginar su estancia en el filial blanco. Un equipo en el que volvió a coincidir con Víctor Merchán, compañero suyo de vestuario desde alevines."Él ya había debutado en el Castilla cuando éramos juveniles y llegó un poquito antes que yo. Ya desde el principio era uno de los fijos en la defensa", expresa Víctor.

Nacho y Victor Merchán junto a otros compañeros del Castilla.
Nacho y Victor Merchán junto a otros compañeros del Castilla.

Al poco tiempo, el de Alcalá de Henares se hizo con la capitanía del equipo: "Tenía ya mucha experiencia y todos sabíamos que era un líder. Y además, ya tenía esa veteranía a la hora de hablar y transmitir". Asimismo, dice que la evolución del central madridista destacaba por encima del resto: "Llegó un punto en el que lo tenía todo. Era rapidísimo, iba bien por arriba, sabía defender a campo abierto y llegaba a todas las coberturas".

Nacho en Valdebebas.
Nacho en Valdebebas.BEATRIZ GUZMAN

Esa ebullición futbolística hizo que desde el primer equipo pusiesen la mira sobre él. En concreto, un tal Jose Mourinho, que era el entrenador del Real Madrid por aquel entonces. Corría el final de temporada del año 2011. El conjunto de Chamartín había perdido matemáticamente la Liga, por lo que el técnico portugués decidió dar oportunidades a los chicos del filial, entre los que se encontraba Nacho. Su debut iba a tener lugar en el Estadio de Mestalla, el día 23 de abril de 2011, diez años después de vestirse por primera vez la indumentaria blanca.

El defensa fue convocado y partió como titular. El Madrid acabó ganando 3-6 en un partido totalmente alocado. Un encuentro que el del colegio San Gabriel estuvo cerca de no terminar. "Empecé a sentir unos calambres en la pierna. Cuando Mourinho me llamaba para saber si podía seguir, miraba para otro lado porque no quería dejar ir tal oportunidad", confesó tiempo después.

Nacho en su debut con el primer equipo del Real Madrid frente al Valencia en Mestalla
Nacho en su debut con el primer equipo del Real Madrid frente al Valencia en MestallaANGEL RIVERO

Ese partido lo recuerdan a la perfección Juan Luis Pérez y Rodolfo de la Rubia. Aquellos que fueron sus entrenadores en el Complutense Alcalá y Real Madrid durante la etapa de alevines. "Sentí un orgullo y satisfacción inmensos de haber llevado a un chaval y verlo ahí. Desde que lo vi en ese partido en el colegio San Gabriel, supe que llegaría lejos", asegura Juan. "No parecía su debut. Emery trató de intentar hacer daño por su lado, pero no tuvo éxito por la entereza física y técnica de un jugador como él", añade de la Rubia.

Desde que lo vi en ese partido en el colegio San Gabriel, supe que llegaría lejos

Juan Luis Pérez, primer entrenador de Nacho en la AD Complutense

Un ascenso y la instalación en el primer equipo

Tras un gran final de campaña, Nacho viajó a la pretemporada con el primer equipo en verano de 2011. Sin embargo, iba a disputar todo el año con el Castilla, donde sería clave para conseguir el ansiado ascenso a Segunda División. "Veníamos de quedarnos cerca de subir en un play off en el Bernabéu con 50.000 personas. Teníamos un superequipo y en 2012 logramos el ascenso en casa contra el Cádiz. Fue magnífico", explica Víctor Merchán.

Los jugadores del Castilla visitan MARCA tras el ascenso
Los jugadores del Castilla visitan MARCA tras el ascensoRAFA CASAL

Esa temporada como capitán del filial madridista consagró a Nacho como uno de los mejores futbolistas de 'la Fábrica'. Fue el jefe del equipo desde la zaga y su estelar actuación durante ese año le llevó a ganarse un hueco en la primera plantilla durante la última temporada de Mourinho.

El central, además, después de ascender junto a su hermano Alex en el Castilla, pudo estar presente en el debut de este último con el primer equipo en partido oficial. Los dos hermanos compartieron alineación en el encuentro de Copa del Rey contra el Alcoyano el 31 de octubre de 2012.

Nacho y Alex juntos en el partido de Copa del Rey contra el Alcoyano.
Nacho y Alex juntos en el partido de Copa del Rey contra el Alcoyano.JOSE ANTONIO SANZ

El ascenso definitivo de Nacho al primer equipo llegaría de la mano de Carlo Ancelotti en la 2013/2014. Un curso en el que el de Alcalá se postularía como el defensa comodín que ha acabado siendo en el Real Madrid. Su primer año en el club blanco se coronaría con la Décima y la que sería su primera Copa de Europa.

Nacho levantando 'la Décima' Champions del Real Madrid.
Nacho levantando 'la Décima' Champions del Real Madrid.DIEGO G. SOUTO

De Alcalá a primer capitán

Desde entonces, han pasado 10 años, 319 partidos, 16 goles, 3 Ligas, 2 Copas del Rey y 5 Copas de Europa, entre otras cosas. Ha visto cómo desfilaban por el banquillo entrenadores como Ancelotti, Benitez, Zidane, Lopetegui, Solari y, con todos ellos, Nacho ha sido importante, ya fuese como central o como lateral, ya fuese de titular o partiendo desde el banquillo.

Es más, con el tiempo se hizo habitual, en aras de justificar su polivalencia, el dicho de 'siempre cumple', un San Benito que para sus antiguos entrenadores y compañeros no es más que un burdo comentario que no refleja toda la valía del futbolista. "A veces me duele cuando oigo el típico comentario de que 'es cumplidor'. No, es un jugadorazo. Eso de ser cumplidor es para los mediocres y Nacho no es un mediocre", manifiesta Juan.

Eso de ser cumplidor es para los mediocres y Nacho no es un mediocre

Juan Luis Pérez, primer entrenador de Nacho

De hecho, el alcalaíno ha presenciado la salida del club de leyendas como Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos, Casemiro... Mientras él seguía ligado a la entidad madridista, pasando a ser una parte intrínseca del escudo. Como ese 'one club man' que a todo el mundo le viene a la mente cuando se habla de un equipo.

Además, tras la salida de Karim Benzema, Nacho es el miembro de la plantilla que más años lleva vistiendo la camiseta blanca, con un total de 12 temporadas a su espalda tras debutar con el primer equipo ese 23 de abril de 2011. De ahí que, este 12 de agosto empezará la temporada como primer capitán del Real Madrid."Me he puesto el brazalete muchas veces, pero ser ahora primer capitán es algo increíble y que conlleva una gran responsabilidad", asegura el madridista. Asimismo, confiesa lo que significa para él la capitanía: "Tienes que ser líder y compañero, pelear por tu equipo y por este escudo que llevo desde niño".

Nacho y Benzema con el brazalete de capitán.
Nacho y Benzema con el brazalete de capitán.EFE

A sus antiguos profesores y entrenadores se les llena la boca de orgullo de ver cómo ese joven, que correteaba por las calles de Alcalá y daba sus primeras patadas al balón en el colegio San Gabriel, se ha convertido en el primer capitán del Real Madrid. Sobre todo, porque para ellos Nacho sigue siendo su niño. Sigue siendo Nacho. El chico tímido pegado a una pelota. El amigo de sus amigos. El que siempre quiere pasar desapercibido. El que sigue llevando a sus hijos al colegio San Gabriel y acude a todas las reuniones de padres como uno más. El que saluda efusivamente a su antiguo profesor cuando se lo encuentra por la calle. El que sigue viviendo en Alcalá, entre esos edificios que le vieron crecer. Porque así es Nacho. El capitán del Real Madrid. Una persona normal.

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