- Real Madrid. Mbappé en directo
- Real Madrid. Kepa: "Ojalá me pueda quedar después de la cesión"
David Alaba es un defensa con toque, un jugador con un excelente manejo de balón y con buen tacto en su pie izquierdo. Tanto como para ser uno de los futoblistas del Real Madrid con más peso cuando hay lanzamientos de falta con peligro del gol para el rival.
No es el Madrid un equipo que saque un gran rendimiento a las faltas directas para hacer goles. Desde la marcha de Cristiano, su especialista en golpes francos casi único entre 2009 y 2018, el equipo blanco suma ocho dianas en lanzamientos directos de falta, la mitad en ese tiempo que el Barcelona y el Southampton, líderes en las grandes Ligas.
En ese tiempo, solo un jugador ha marcado dos veces de libre directo: Alaba. Lo hizo la temporada pasada en Almería, en la primera jornada de Liga, y hace dos en la visita en la Champions League en la casa del Sheriff, en Tiraspol.
La importancia en las acciones a balón parado del austriaco adquirió en San Mamés una nueva dimensión. Sin Kroos ni Modric en el once inicial, casi todas las jugadas de estrategia encontraron en el austriaco a su ejecutor.
Alaba, que era uno de que subían en los saques de esquina a rematar al área rival, en San Mamés fue quien puso la pelota en juego desde las dos esquinas. Daba igual que de un córner a un lado naciera otro en el contrario, porque Alaba se cruzaba el campo para ejecutar la jugada desde el otro ángulo. Suyo fue el pase a Bellinhgam desde la esquina para el 0-2.
En la casa del Athletic, el Madrid dispuso de una falta en la que trató de batir a Unai Simóm de manera directa. Fue Alaba el que buscó las redes vascas con un lanzamiento que no parecía el natural. Era una falta desde el costado izquierdo y el austriaco colocó la pelota por la parte exterior de la barrera en un intento que mezclaba buscar el gol o encontrar a Carvajal para que rematara.