- Real Madrid. Los Bellinhgam, goles en familia
- Real Madrid. Mbappé pierde las cartas
Es el fichaje del verano. En España y en el fútbol mundial. La manera de irrumpir de Jude Bellingham en el Real Madrid y en LaLiga ha superado las expectativas más altas que se pudieron hacer cuando en la Casa Blanca se dio el visto bueno a una operación de largo recorrido que tuvo que dejar por el camino las poderosas ofertas de los gigantes ingleses. Dos partidos han bastado para detectar que al Real Madrid ha llegado un futbolista llamado a entrar en el Olimpo madridista.
El impacto de Bellingham va más allá de lo comprobado en San Mamés y Almería. El volumen de camisetas con su nombre que se ve entre los aficionados madridistas es muy alto. Porque la llegada del inglés ha disparado la venta de camisetas del Real Madrid hasta ponerlas en los mismos dígitos que el verano pasado.
Y hace un año, Adidas y el Madrid notaron un notable ascenso de ventas gracias al efecto de la Decimocuarta, del éxtasis provocado por la Champions de las remontadas y la explosión de Vinicius para colocarse en el primer plano de las estrellas del fútbol mundial. Ahora, la llegada de Bellingham al Santiago Bernabéu ha supuesto que el volumen de ventas se coloque a esa misma altura.
La camiseta del 5, la de Bellingham, tuvo una gran aceptación desde que fue presentado, pero sus ventas ha tomado una clara curva ascendente desde la pretemporada. Creció la semana pasada tras su gol en San Mamés y se espera que el pico vuelta a ascender en la que comenzamos después de lo firmado por el inglés en Almería. Y eso se comprueba también en mercado negro, en el que la réplica pirata del 5 de Madrid es pieza codiciada y vuela.
Porque en ese breve espacio de tiempo como madridista, Bellingham se ha colocado a nivel de marketing a la misma altura de Vinicius. Sus camisetas, y la de Camavinga, son las más reclamadas por los seguidores madridistas.
Pero para Ancelotti y su equipo lo que importa es lo que Bellingham está ofreciendo sobre el campo. Y eso es mucho. Tres goles de los cinco marcados por el Madrid en las dos primeras jornadas de Liga son suyos. Son cifras que lo colocarían en la pelea por el Pichichi.
Sneijder, el precedente; Hierro, el desafío
Para encontrar un centrocampista del Real Madrid con un arranque tan poderoso en Liga como este de Bellingham hay que viajar hasta las primeras jornadas de la temporada 2007-08. Entonces, Wesley Sjneider, fichado del Ajax semanas antes, arrancó como el inglés: un gol en la primera jornada (2-1 al Atlético de Madrid) y dos en la segunda (0-5 en la casa del Villarreal). El neerlandés, que lideró a ese Madrid campeón de Liga con Schuster con su juego y nueve goles, amplió su racha con otra diana en la tercera jornada de Liga (3-1 al Almería en Chamartín).
Con los 14 firmados marcados la temporada pasada en el Borussia Dortmund como su techo, Bellingham ha puesto una marcha como para pensar en cifras que un centrocampista del Madrid no alcanza desde hace mucho. Gutilogró 18 en la 2000-01, aunque en muchos partidos lo colocó Del Bosque más como delantero que como enganche. La gran cifra, lo que rompería cualquier tipo de moldes, son los 26 (21 en Liga) de Fernando Hierro de la mano de Radomir Antic y luego Beenhakker en la 1991-92. Eso son palabras mayores.
De momento, los 12 de Fede Valverde la pasada temporada son una buena referencia para el inglés.
Lo que sí es una certeza es que la confianza de Bellingham se ha disparado. "Creo que soy diez veces mejor jugador que la temporada pasada, con estos jugadores, con estos compañeros aprendo. El nivel aquí es muy alto, soy como una esponja asimilando lo que aprendo de mis compañeros, quedan muchos partidos y tengo que seguir aportando", contaba tras el partido en Almería para añadir: "Estoy contento de marcar pero es más importante jugar bien, aportar. Sé que llegaré y que mis compañeros me buscarán, no se trata de goles, se trata de que el equipo gane, tengo que trabajar duro".