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Los focos, y muchos, fueron los que alumbraron la llegada de una de las perlas del fútbol europeo al Real Madrid. Iker Bravo traía consigo grandes expectativas y mucho ruido mediático alrededor. Ese equilibrio no es sencillo. Si además lleva el escudo del rey de Europa, lo bueno y lo menos bueno se magnifica.
Por ello, y tras un primer año de adaptación en el Real Madrid, se empieza a caer la primera capa de un futbolista llamado a mostrar un núcleo potente e ilusionante. Ahora, de la mano de Álvaro Arbeloa en el Juvenil A, Iker Bravo sigue despojándose de aquello que no le aporta para seguir evolucionando. Su última actuación en la Youth League ante el Nápoles así lo refleja: dos asistencias para brillar en una goleada con protagonismo anotador de Gonzalo (2), De Llanos y Manuel Ángel.
La triple apuesta hecha para sacar todo su potencial parece que tendrá tintes de éxito. Con 18 años, Iker ha visto como el Real Madrid renovaba por un año la cesión del Bayer Leverkusen. Esta confianza por un año más se ve avivada por la mano de Álvaro Arbeloa, con quien ya disputó la temporada pasada 253 minutos en la Youth League. Este año, el técnico del Juvenil A cuenta con el joven catalán para utilizarlo en el campeonato regular e Iker está respondiendo a dicha confianza. Para otros, pasar del Castilla al tercer filial podría ser considerado una degradación, para Iker supone una oportunidad para coger impulso y tener más minutos para 'explotar.
'Titularísimo' y con buenas sensaciones
Y en cuanto a minutos, el delantero no puede tener queja. Esta temporada está siendo uno de los importantes en la plantilla de un Álvaro Arbeloa que había visto como el núcleo duro de su súper juvenil de la pasada temporada, por aquello del cambio generacional, subía un peldaño y le tocaba reinventarse y rearmarse.
Iker Bravo es titular indiscutible y ha participado en las cinco jornadas ligueras y los dos encuentros de Youth League. Un total de 426 minutos en Liga en los que ha marcado tres goles y otros 165' en la competición europea donde ha ofrecido dos valiosas asistencias en la victoria en Nápoles. Una progresión que choca con los 871 minutos que jugó con el Castilla la pasada campaña y en los que pudo materializar tres tantos. La triple apuesta parece estar dando sus frutos.