En una temporada en la que Raúl ha arrancado con menos efectivos de los deseados, sin fichajes y con varios lesionados, el técnico se ha encontrado con algunos escollos añadidos. Si configurar un once de garantías y con suficiente veteranía para enfrentarse a plantillas más que experimentadas en la categoría resulta en ocasiones casi milagroso, afrontar en inferioridad numérica hasta tres encuentros de los 12 que se llevan disputados ya es rizar el rizo.
Pero lo curioso es que el Castilla se mueve bien en terrenos pantanosos, sirviendo esas situaciones de inferioridad como un máster acelerado para los jóvenes talentos blancos. Raúl y su equipo salen a un partido por mes en el que juegan en inferioridad numérica pero, curiosamente, en esos 118 minutos no han encajado ningún gol en contra. De hecho, de los tres partidos en los que se quedaron con 10, dos los ganaron y uno lo empataron.
A expulsión por mes
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El encuentro de noviembre en inferioridad fue el de la jornada pasada en la visita al Real Murcia. Durante más de treinta minutos (35' concretamente contando el tiempo extra) la roja directa a Asencio, tras derribar a Rodri Ríos cuando el atacante pimentonero encaraba a Cañizares, ampliaba la cuenta del tiempo en inferioridad que ha jugado el Castilla esta temporada. Pero los de Raúl hicieron un nuevo alarde de máxima concentración para resistir con el empate a cero que en ese momento campeaba en el marcador.
En octubre, el filial blanco sumó tres puntos en la primera victoria en el Di Stéfano ante el Atlético Sanluqueño. Justo cuando acababan de adelantarse en el marcador llegó la roja directa a Mario Martín, en una jugada similar a la de Asencio, aunque ésta pareció algo más rigurosa. Corría el minuto 27 de la primera parte, con lo que el Castilla tuvo que sufrir 70 minutos (tiempo extra de las dos partes incluído) para sostener la ventaja con un futbolista menos.
Un ejercicio de compromiso y concentración
En septiembre arrancó esta racha de expulsiones. El Castilla viajó a Antequera, donde conseguiría su primera victoria tras disputar los últimos 13 minutos (teniendo en cuenta la prolongación final) con 10 futbolistas al ver Edgar Pujol la segunda cartulina amarilla cuando el marcador ofrecía el 1-2 favorable a los visitantes.
En total, 118 minutos en los que los pupilos de Raúl han sacado su mayor entrega, compromiso y concentración para sumar siete puntos en inferioridad numérica sin encajar ningún gol en contra. Sin duda, una estadística en la que a buen seguro el cuerpo técnico trabaja para que no siga sumando tiempo en lo que queda de campaña para no jugar con fuego. Pero mientras tanto, el Castilla ha dado toda una lección de supervivencia.
