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- Uno a uno. El análisis y la valoración de los jugadores del Real Madrid
El primer partido de la plaga de lesiones lo solventó el Madrid con una goleada en la que todo fueron buenas noticias. Rodrygo está en plan estelar, sobre todo si arranca desde la izquierda, Bellingham quiere el Pichichi y Lunin no es Courtois pero hay días que para como si lo fuera. Y esto solo se consigue con un plantillón.
Las matemáticas dicen que la diferencia con el Barça es de cuatro puntos, pero las sensaciones dicen otra cosa. Ahora mismo, los favoritos para ganar LaLiga son el Madrid, el Atlético... y el Girona.
Rodrygo tira del carro, sobre todo por la izquierda
Sin Vinicius, le toca a Rodrygo desequilibrar y marcar los goles. Y en Cádiz cumplió. En el día en el que iba a ser suplente (llegaba tocado de Brasil), firmó una exhibición de juego y goles. Acostado en la izquierda sacó a pasear su repertorio de fintas y regates. Está claro que es su posición ideal. Y de cara a puerta, volvió a demostrar que la sequía es historia. Marcó dos golazos, ambos parecidos, culminando con sendos disparos a la escuadra su eslalon entre piernas cadistas. Cerraría su partidazo con una asistencia a Bellingham en el 0-3. Necesita el Madrid que dure la magia, que va a hacer falta sin Vinicius.
Bellingham quiere el Pichichi
Jugó poco menos que con el brazo en cabestrillo, pero ni con esas deja de ser un jugador diferencial. Hablamos de Bellingham, que en cuanto se colocó bien la armadura en el hombro dio un recital. Su segunda parte fue maravillosa y la culmino con su gol número 11 en Liga, dejando claro que está dispuesto a aguantar el pulso a Lewandowski y Griezmann por el Pichichi. El inglés hizo el tercero con un zurdazo inapelable, última acción antes de irse al banquillo. Ancelotti sabe que debe mimarle.
¿Pero qué hizo Joselu?
Menos mal que el Madrid sumo los tres puntos, porque su fallo es de los que no se olvidan. Joselu firmó en Cádiz la jugada tonta de LaLiga, dejando de marcar un gol sobre la línea... porque sí. Lo suyo no fue el clásico error a puerta vacía, fue mucho más. Pensaba que el pase que le dio Rodrygo entraba a gol y optó por no meter el pie para meter gol. Su cara cuando vio que el balón salía fuera lo dice todo. Por suerte para él, Rodrygo y Bellingham sentenciarían el partido.
Un cuarto de hora para Gonzalo
No es amigo Ancelotti de dar muchos minutos a los canteranos, pero las lesiones y el 0-3 le permitieron saltarse su hoja de ruta habitual y sacar a Gonzalo durante 15 minutos. El madridismo echa de menos estos gestos de vez en cuando y sonrío cuando vio saltar al terreno de juego a una de las joyas de la cantera. El chico, con viento a favor, dejó buena impresión.
También jugó Nico Paz, aunque Ancelotti no fue tan generosos con el argentino y solo le dio los últimos tres minutos.
Los cuatro capitanes, sobre el césped
Hacía daños que no se daba esta circunstancia: los cuatro capitanes del equipo, en el once titular. La culpa la tienen las lesiones, aunque Nacho, Modric, Kroos y Carvajal demostraron que están muy vigentes y que pueden coincidir en el equipo sin problemas. Modric, el mayor de todos, dio una lección de control del juego, aunque se tuvo que marchar antes de tiempo por problemas musculares. El brazalete, por cierto, lo lució Nacho.
El jefe es Rüdiger
No queda ni uno de los que cuestionó su fichaje la temporada pasada. Rüdiger está demostrando en esta segunda temporada que es uno de los mejores centrales del mundo, hasta el punto de que es el jefe de la defensa. El alemán ha adelantado a Nacho y Alaba en el escalafón de defensas y ya nadie duda de que el titular es él. En Cádiz volvió a firmar un partido perfecto.