- Real Madrid. Un caso de supervivencia extrema: cinco lesiones graves y un título por cada una de ellas
El Real Madrid ya tiene dos títulos esta temporada. En agosto sumó a su palmarés su sexta Supercopa de Europa al derrotar a la Atalanta por 2-0. De diciembre se despidió en el Bernabéu ofreciendo a su gente la Intercontinental, la cuarta en su historial, la conquistada ante el Pachuca en Doha. Son las dos primeras conquistas de una temporada en la que el Madrid va a intentar algo sin precedente en la historia del fútbol: ganar los siete títulos en los que participa.
A las enormes dificultades que ya supone ser campeón en el fútbol de máximo nivel, se suma esta temporada un calendario exigente como nunca antes. En el caso del Real Madrid se abre el 3 de enero, con el partido aplazado a causa de la DANA. El equipo de Carlo Ancelotti visita Mestalla con la posibilidad de colocarse como líder de LaLiga, algo que no ha ocurrido a lo largo de esta temporada.
Tres días después arranca la Copa para los blancos. Será, el día de Reyes, en el campo del Cartagena ante un equipo de Segunda RFEF, la Deportiva Minera. La dificultad del partido es baja por la diferencia del rival, pero esa cita aparece entre el partido de Mestalla y el viaje a Arabia Saudí para jugar una Supercopa de Europa en la que el Madrid defiende título y busca igualar en lo más alto del palmarés las 15 conquistas de ese trofeo del Barcelona.
Copa y Champions
Nada más acabar el partido de Cartagena, el Madrid regresará a la capital para volar al día siguiente a Yeda desde Barajas. El 9 le espera su semifinal ante el Mallorca. En el caso de meterse en la final, esta tiene fecha para el domingo 12. Y la semana siguiente, espera de nuevo la Copa. La temporada pasada, al regreso de la Supercopa ganada al Barcelona (4-1), el equipo de Ancelotti tuvo que medirse en octavos al Atlético de Madrid en el Metropolitano. Aquel partido se pudo llevar al jueves. Es el mismo escenario que de esta temporada.
Ell Madrid tiene cita en la Liga de Campeones el miércoles 22, ante el Salzburgo en el Bernabéu. El equipo blanco tiene fijado su partido de Liga de esa jornada; el domingo a las 16:15 horas, ante Las Palmas en casa. Eso da algo de aire a los de Ancelotti, que en caso de jugar la final de la Supercopa de España, tendrán el lunes casi perdido, el martes para pensar en el rival de Copa y el miércoles de entrenamiento previo. Siempre dependiendo de si tiene o no que afrontar un viaje y qué tipo de desplazamiento sería.
Luego viene la Champions. La actual situación del equipo de Ancelotti hace que lo más lógico es que tenga que afrontar una ronda extra, algo que sólo puede evitar si acaba entre los ocho primeros la liguilla. A falta de dos jornadas, los blancos están en el puesto 20. Es verdad que le restan dos rivales asequibles, casos de Salzburgo y Brest, como lo es que depende de errores de demasiados equipos en las dos jornadas finales. Enero, siempre peligroso por la carga de partidos y el riesgo de lesiones, dispara en 2025 sus afilados peligros.
Un febrero amenazante
Si el Madrid no accede a esas ocho primeras plazas, tendrá que afrontar el playoff de a octavos en una semana: 11/12 y 18/19 de febrero. Ese mes, el de febrero, la temporada pasada lo tuvo el Madrid libre de Copa y en Europa el formato antiguo daba tres semanas. Los de Ancelotti ganaron 0-1 en Leipzig el 13 de febrero y remataron el pase a cuartos el 6 de marzo. En ese tiempo se pudo centrar en LaLiga.
En 2025, pendiente de qué haga en un Copa que tiene los cuartos del 4 al 6 de febrero y la ida de las semis entre 25 y 26, aparece esa ronda extra de la Champions. La máxima competición europea también resolverá n sólo una semana los octavos de final (4-5/11-12 de marzo), los cuartos de final (8-9/15-16 de abril) y las semis (29-30 de abril/6-7 de mayo). El nuevo formato no da espacio a semanas de tregua.
Con la Liga con pinta de exigencia máxima hasta el final entre Atlético, Real Madrid y Barcelona, y el Athletic al acecho, quien de ellos busque la Copa tendrá que medir muy bien sus fuerzas. Además, el parón de selecciones de este año en marzo es de alto voltaje. Marzo de 2024 fue para partidos oficiales; este es para buscar plaza en la Final Four o arrancar con buen pie la clasificación para el Mundial 2026 en Europa o, en Sudamérica, con citas tan intensas como Uruguay-Argentina, Brasil-Colombia o Argentina-Brasil.
Y al fondo, el Mundial de Clubes. Un torneo nuevo, tan cargado de interrogantes como de atractivos. Un colofón mayúsculo para una temporada salvaje.
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