El Oviedo estiró su buen momento de resultados derrotando al Racing gracias a un gol de Dani Calvo y que le lleva a ser séptimo en la tabla.
Estaba claro que no tener nada en juego iba a marcar el desarrollo del encuentro. Dos equipos liberados de presión son capaces de intentar más cosas que cuando la soga aprieta en el cuello.
Álvaro Cervera y José Alberto López así lo interpretaron. El oviedista metió siete cambios con respecto al derbi y el racinguista movió cuatro piezas con respecto al choque frente al Eibar.
Empezó eléctrico Raúl Moro y liderando el ataque de los suyos desde la banda derecha. Una de sus jugadas acabó con un buen remate de Borja Bastón que no acabó en gol por muy poco: No se arrugaban los racinguistas que querían asomarse a los dominios de Braat, sobre todo por medio de Pombo.
De todas formas, el primer golpe verdadero lo dieron los locales. Camarasa cogió un balón en un saque de esquina y lo puso medido para que Dani Calvo demostrase que era el más fuerte y cabeceó al fondo de la red para poner en ventaja a los suyos.
Se rebeló el Racing y Pombo lo buscó con dos remates que pusieron en aprietos a Braat y también Sangalli probó al meta francés. Los exjugadores azules no querían salir derrotados en su vuelta al Tartiere.
La otra cara del Racing
Volvió del vestuario el Racing enrabietado, pero Sequeira tuvo la primera para el Oviedo. Mboula vio marcharse alto su cabezazo, que se cantaba como gol y el que sí terminó en el fondo de la red fue un zapatazo de Aldasoro, pero Ais Reg apreció una falta previa de Pombo y anuló el tanto.
Lo buscó de todas maneras posibles el Racing pero hasta el larguero le negó el tanto a Matheus.