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El Zaragoza acabó sufriendo pero se reencontró con la victoria cuatro jornadas después al derrotar por la mínima a un Andorra que jugó en inferioridad más de una hora en el Estadi Nacional pero que estuvo muy cerca del empate. Mollejo, omnipresente en todas las acciones de ataque de su equipo, hizo el gol del triunfo en un partido con pocas ocasiones y un ritmo de juego de bostezo.
De este modo, los maños vuelven a zona de ascenso directo, mientras que los del Principado, condicionados por la temprana expulsión del capitán Bover, encadenan tres jornadas sin ganar y un solo triunfo en las últimas siete, lo que les acerca a la zona peligrosa.
Al descanso se llegó con ventaja del cuadro aragonés gracias al golazo de cabeza de Mollejo tras centro de Jaume Grau desde la izquierda. Y es que los de Fran Escribá aprovecharon que el Andorra se quedó en inferioridad a los 18 minutos al ver Bover la roja directa por una entrada peligrosa a ras de suelo sobre a Marc Aguado, al que acabó golpeando con la bota en la cara. Sin embargo, hasta la media hora no llegó el primer remate a puerta, un cabezazo de Mollejo que acabó sin problemas en las manos de Dani Martín y que fue el aviso del que llegaría después.
Pese a estar con uno menos, el Andorra dio un paso adelante y no renunció a buscar el empate tras el descanso e incluso Iker Benito pidió penalti en una caída ante Lluis López, mientras el Zaragoza no era capaz o decidió no lanzarse a intentar sentenciar el choque. El cuadro del Principado llegó a agobiar al aragonés, que sufrió en algún que otro córner, y que vio cómo Schiedler estrellaba un cabezazo tras una falta de Iván Gil en el poste de la portería de Cristian Álvarez, que tuvo que ser sustituido por lesión poco después por Gaetan Poussin, que debutaba así con el escudo del Zaragoza en partido oficial.