Nombrar a Daniel Siebert (Berlín,4 de mayo de 1984) es para los uruguayos como recordad a los españoles a Al Ghandour o a los italianos a Byron Moreno. El árbitro berlínes pitará el Georgia-España del viernes en Tiflis. Será su segundo partido después del Mundial de Qatar, del que se despidió en medio de uno de los grandes conflictos del torneo.
A su cargo estuvo a los mandos del Uruguay 2-Ghana 0, el partido que firmó el adiós de la competición de la selección celeste. La eliminación fue por diferencia de goles y la rabia charrúa fue provocada por dos penaltis no señalados a su favor, uno a Darwin Núñez y otro a Cavani. En el primero, a pesar de ser avisado por el VAR, Siebert se mantuvo en la decisión de no pitar penalti. Un gol más le hubiese bastado a Uruguay para clasificarse y ser el rival de Brasil en octavos, plaza que fue para Corea del Sur.
El partido acabó en escándalo, con Cavani golpeando la pantalla del VAR y José María Giménez fuera de sí. "¡Manga de ladrones! Son todos una manga de ladrones estos hijos de puta!", gritaba el rojinblanco, que en su protesta al árbitro llegó a golpear a un miembro de la FIFA.
Las decisiones del alemán fueron respaldadas por el estamento arbitral. La Comisión Disciplinaria de la FIFA castigó con cuatro partidos a Giménez y Fernando Muslera y uno a Edinson Cavani y Diego Godín por los incidentes. A pesar del respaldo recibido, el berlinés no pasó el corte de la primera fase.
El de Tiflis será el primer partido que Siebert, internacional desde 2015, dirija a España. Pero para De la Fuente sí es un buen recuerdo, el del 4-0 a Portugal en el Europeo de 2015 con Rodri, Merino, Asensio (titulares los tres) y Unai Simón en aquel equipo.
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