Entre la pelea por Europa y una final sin descanso

El entrenador del Sevilla siempre habla de no mirar más allá del siguiente partido, unas fórmula que le está funcionando en su etapa en el club andaluz, aunque no sea del todo cierta. Cuando compaginó al principio Europa y partidos fundamentales para alejarse del descenso, la prioridad (Mestalla) fue LaLiga. Ahora, con ese trabajo finiquitado hace semanas, la mirada está puesta en el día 31 de mayo y esa final de Budapest. En dos semanas todo habrá acabado. Cuatro partidos por delante para los sevillistas, con el duelo ante la Roma en medio de un desgaste importante por acabar la temporada.

Mendilibar y sus hombres no renuncian a nada, sabiendo que deben llegar como motos a la cita europea. En Liga se han visto en disposición de asaltar la última plaza (la séptima) que da derecho a disputar competición europea el próximo curso. Es guardarse una carta por si no llegase el ansiado título en Hungría y se esfumase la opción de clasificarse para la Champions. Tiene al Athletic a dos puntos a falta de nueve disputarse, con el Girona con su misma puntuación. Con los vasco ganaría en la igualdad a puntos, no así con los catalanes. Hay opciones, aunque LaLiga haya dejado de ser una prioridad.

Porque una victoria en el derbi sí habría hecho que los sevillistas dependiesen de sí mismos para meterse entre los siete primeros, incluso con alguna opción remota de sexta plaza. Todo eso quedó enterrado con la igualada frente al Betis. Ahora le toca a Mendilibar medir los esfuerzos de los suyos pensando en la Roma. Todo pasa por esa final. Elche y Real Madrid serán los próximos adversarios. Después rumbo a Budapest para cerrar el curso ante la Real. Un calendario duro. Es el final de curso. Y la nota puede pasar de aprobado a matrícula de honor.

Jugadores tocados

Además, la plantilla del Sevilla llega a estas dos últimas semanas muy cargada de minutos en las piernas. Hay varios jugadores que atraviesan problemas físicos, como Badé, Ocampos u Óliver Torres, quien se tuvo que retirar del derbi con un problema muscular. Otros, como Suso, van cogiendo ritmo y buenas sensaciones sin arriesgar demasiado. Nadie se quiere perder la cita del 31. Ni siquiera un Joan Jordán que ha regresado hoy mismo a los entrenamientos. Mendi deberá tocar bien sus piezas, que nadie pierda ritmo competitivo, para llegar al gran partido del año con el mejor once posible sobre el césped. La ocasión, una nueva final europea, lo merece.