Ponía Víctor Orta en los medios oficiales, valorando el sorteo de la Champions, que los clubes españoles, por el tema del estricto límite salarial, eran como "los malos estudiantes", al dejar muchas operaciones pendientes del último día. Y el Sevilla, a tenor de lo que le resta por hacer, está entre los peores. Si todo lo que está en la cabeza del director deportivo saliese como él desea, hasta ocho movimientos en poco más de 12 horas deberían producirse en las oficinas sevillistas. Una tormenta en un mercado que por momentos le ha dado la espalda al Sevilla.
Para empezar, los dirigentes nervionenses han debido pulsar todas las teclas posibles para encontrar el margen salarial posible para rematar su plantilla. Y en ello siguen. La salida más esperada y deseada es la del Tecatito Corona rumbo a Rayados de Monterrey. Entre el pago del club mexicano, con una cifra que ronda los tres millones, más el ahorro de una de las fichas más altas del vestuario, el Sevilla obtendría un buen hueco salarial para firmar. Como no se terminaba de concretar este adiós, donde las partes lo ven más cerca que nunca, también se trabaja en la rescisión del Papu Gómez, al que le resta un año de contrato y donde el Sevilla abonaría la mitad del salario de todo un año.
No son las únicas salidas previstas, con hasta cinco encima de la mesa. Porque sigue quedando pendiente el tema de los descartes. Óscar pondrá rumbo al Getafe, mientras el asunto de Januzaj se ha enquistado nuevamente, mientras con Idrissi existe la sensación de que probablemente se deba quedar en Nervión. Aun así, saliendo Papu y Tecatito habría hasta cuatro fichas libre. Si se firman tres hombres, el extremo internacional pro Marruecos podría quedarse con dorsal de la primera plantilla. De todos modos, la intención principal es sacarlo del equipo. Igual que a Januzaj.
El turno de las llegadas
La primera que se producirá, en cuanto se firmen los documentos para la salida del Papu o Tecatito, es la del francés Soumaré. Una operación de cesión desde el Leicester que lleva varios días cerrada. Las otras dos incorporaciones, que guarda con mimo Víctor Orta son las de un central y un delantero. El nombre del atacante dependerá de cómo se mueva el mercado de delanteros en este último día y los ofrecimientos que lleguen a Nervión. Se ha intentado con Abde, aunque no tiene el Sevilla dinero para invertir en un traspaso. Horas frenéticas en el Sánchez-Pizjuán. Hasta ocho movimientos podrían producirse. Uno cada hora y media. Locura.
