- Sala de prensa. "Podía haber cambiado a tres o cuatro antes del descanso"
Los caminos del Sevilla y José Luis Mendilibar están más cerca de separarse que nunca. Una nueva decepción en el Sánchez-Pizjuán, pese al empate en la última jugada del partido por parte de En-Nesyri, colocan al entrenador vasco en una situación límite. Sus resultados de la temporada están muy alejados de las expectativas generadas en el entorno y dentro del propio club, donde entienden que posee las herramientas suficientes como para que el equipo esté mucho mejor clasificado en Liga y saque sus compromisos adelante. Dos victorias en once partidos es un paupérrimo bagaje. El consejo ejecutivo del Sevilla se reunirá hoy para decidir qué camino toma en cuanto a su banquillo, con Víctor Orta ya mirando en el mercado las opciones para el relevo.
Porque la llegada del parón tampoco ayuda a que Mendilibar tenga una última oportunidad. Después aparecerán por Nervión tanto Real Madrid como Arsenal. Dos partidos difíciles de superar, aunque el cambio en el banquillo siempre necesita algo de tiempo y esto impulsa a algunos directivos a inclinarse por la postura rupturista. Un punto al que nadie quería ni pensaba tener que llegar, después del pasado ejercicio, donde el Sevilla tuvo hasta tres inquilinos en su banquillo y el club desperdició una fortuna en finiquitos. Mendilibar firmó por un solo año. La resolución de su contrato no será un obstáculo. El problema real es la pérdida de confianza.
Mendi se ha quedado solo. El club, con los resultados en la mano, tiene una perfecta justificación para cesarlo. Dos victorias en los últimos 16 partidos oficiales son datos rara vez vistos por el Sánchez-Pizjuán. Pese a la mejoría en la hierba, el equipo no termina de arrancar. Parece que navega siempre con el viento en contra. En el vestuario ha ido perdiendo mando, pese a ser un hombre querido. Fernando le hizo un feo desplante y Rakitic ya hablaba en los medios oficiales de no jugar siempre desde el inicio para ganar. Dos capitanes. Y la grada ya se ha cansado de esperar. La Europa League queda ya muy lejos.
Con todo ello, el Sevilla deberá dar los pasos correctos en las próximas horas y días. No se trata de despedir a Mendilibar, sino de encontrar a un técnico que reconduzca un proyecto que ya hace aguas, con fichajes pensados para el estilo Mendilibar. Andoni Iraola fue el deseado por Monchi antes del sí definitivo a Mendilibar. Tiene equipo, aunque también está en una situación delicada. Marcelo Gallardo siempre aparece en las quinielas. Gusta. Y su currículum en Argentina le avala. Sin embargo, el ahora director deportivo es quien debe colocar un nombre encima de la mesa. Al proyecto 100% Orta le falta su propia elección en cuanto al banquillo. Pero lo primero es decidir sobre Mendilibar. Se ha quedado solo. Y ese es el primer paso antes de un indeseado adiós.