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Este sábado 30 de abril de 2022 se cumple un año desde que el Valencia cerró los comentarios en sus redes sociales (Twitter, Facebook e Instagram) sin atisbo de volver a abrirlos en un futuro cercano. El Valencia decidió bloquear las respuestas a sus publicaciones el 30 de abril de 2021 para secundar "la iniciativa internacional contra el abuso y la violencia en las redes sociales". El club de Mestalla reclamaba a los responsables de estas plataformas mayor control "para evitar los comentarios discriminatorios". Se trataba de una iniciativa en que en origen habían iniciado los clubes de la Premier League que durante el fin de semana -entre el 1 y el 3 de mayo- decidieron no proveer información desde sus cuentas oficiales y que también apoyaron organismos superiores como la UEFA o la FIFA.
Con los lemas "No al odio, Stop abuso online y No al racismo" el Valencia hacía gala de ser el "primer club de LaLiga" en sumarse a esta campaña internacional en contra del abuso en las redes sociales. "Nuestras redes, como las de otros clubes y jugadores, también son atacadas por un pequeño grupo de violentos y gente racista", explicaba el comunicado que difundía el Valencia a través de Twitter. "Tolerancia cero ante este tipo de conductas. Con este motivo, el club seguirá informando, pero desactivará los comentarios con el objetivo de acabar con la propagación de odio en las redes", insistía.
Pero decidió adaptar la medida a sus circunstancias. Por un lado, no provocó un apagón informativo en sus redes -no publicar ningún comentario durante 48 horas-, de hecho, anunció la destitución del entrenador Javi Gracia, a través de Twitter el lunes 3 de mayo. Lo que hizo fue desactivar la posibilidad de responder a los mensajes. Y por otro, no limitó la medida hasta el 3 de mayo, sino que la prolongó y ahora se cumple un año.
Elvira García de Torres, experta en Comunicación digital y redes sociales de la Universidad CEU - Cardenal Herrera, no ve coherente que el Valencia mantenga el bloqueo de las respuestas un año después: "La medida tuvo su sentido en un momento determinado como denuncia. Pero en la actualidad, si el club tiene públicamente unas cuentas en unas redes sociales -que por su naturaleza son participativas- no tiene sentido cerrar la participación a los s".
Si el club tiene públicamente unas cuentas en unas redes sociales -que por su naturaleza son participativas- no tiene sentido cerrar la participación a los s
MARCA se puso en o con el Valencia para abordar la medida con la perspectiva del primer aniversario y si hay alguna intención de cambio en el futuro. Pero se ofreció como respuesta oficial la intervención del presidente Anil Murthy, en la última junta general de accionistas, en la que también se redujeron las 'respuestas' al aumentar de 9 a 3.598 el número de acciones propias o delegadas para poder asistir. Esto fue lo que dijo Murthy el pasado 16 de diciembre: "Es un tema que nos preocupa. Tenemos ahora más de 7 millones de seguidores y hasta hace poco tiempo cada día lo que había eran insultos, rabia, odio... Y nada más. La gente que interactuaba con ellas me decía que ese tipo de interacción era una basura. No es un buen ejemplo para nadie, especialmente para los niños, por eso decidimos limitar las interacciones. Ahora las plataformas digitales están cambiando su política para impedir la violencia y el odio en redes sociales. Si esto pasa volveremos a abrir".
Las plataformas digitales están cambiando su política para impedir la violencia y el odio en redes sociales. Si esto pasa volveremos a abrir
A MARCA le consta que antes de esa reflexión preparada de Murthy, se había producido el debate interno en el club para plantearse la apertura de las redes sociales. Pero pesó no dar un paso en falso y no cometer un error, que la propiedad suele hacer pagar con el despido como les ha ocurrido a otros responsables de Comunicación en la era Meriton Holdings (empresa de Peter Lim que ostenta la mayoría accionarial). "Si abrimos, ya no podríamos volver a cerrar", se expresó en alguna reunión en la que se optó por mantener los comentarios cerrados.
Hay que distinguir los mensajes con discurso de odio, racismo y abuso de aquellos en los que se discrepa o se muestra desacuerdo y críticas
"Hay que distinguir lo que son mensajes que llamaríamos de discurso de odio, racismo, de abuso y de ataque de los mensajes en los que se discrepa con actuaciones o se muestra desacuerdo o hay críticas", precisa García de Torres. "En este segundo caso todavía tendría menos sentido exponerse en un espacio público y cerrarse a la recepción de todo tipo de mensajes que hay que tener en cuenta que la expresión que se recibe a través de Internet en cualquiera de los canales no es un reflejo directo de toda la afición sino solamente de parte de la afición que está en las redes sociales. No se puede tomar por el conjunto y por tanto hay que relativizar mucho".
En su estrategia de comunicación el club de Mestalla no ha tenido reparos en utilizar sus redes sociales para desmentir a periodistas o para censurar la actuación de un árbitro en el transcurso de un partido, como sucedió con el arbitraje de Hernández Hernández y la polémica decisión de no pitar un penalti en el Bernabéucontra el Real Madrid. La reacción del club -que tildó de robo en el peculiar estilo irónico de la red social- expresada a través de la cuenta de oficial de Twitter, recibió muchas críticas, y también alabanzas de sus adeptos, además de la denuncia de Integridad de la Federación Española de Fútbol.
El tuit sobre los robos y la casa de papel, en el partido contra el Real Madrid es el que más me retuits y me gustas ha recibido en los últimos ocho meses.
El Valencia es el cuarto club de LaLiga en seguidores a través de Twitter (1,3 millones) por detrás de Real Madrid, Barcelona (ambos con 41,3 millones) y Atlético (5,3 millones) y por delante del Sevilla (1 millón). Aunque es evidente que sus interacciones han descendido en el último año, no lo ha hecho su número de seguidores.