Azahara Muñoz acabó segunda en el Abierto de Escocia, puntuable para el LPGA y el Ladies European Tour, al caer en el primer hoyo de un playoff en el que la estadounidense Stacy Lewis, ex número 1 del mundo, se impuso además a Emily Perdersen y Cheyenne Knight. La ganadora, madre en octubre de 2018, embocó un birdie en ese desempate para conseguir su primera victoria desde 2017. Es su título número 13 en el LPGA.
Azahara había alcanzado el desempate después de un domingo en el que tras comenzar como líder con un golpe de ventaja, y tras dos bogeys un doble bogey, se distanció en cuatro golpes de Lewis. Sin embargo, nueve hoyos finales de enorme mérito, con el viento soplando en el links Renaissance de North Berwick con crudeza, condujo de nuevo arriba a la española en una remontada soberbia. Segura con el putt -salvó dos compromisos de tres metros en los hoyos 12 y 18-, y con golpes de enorme calidad como la salidas de bunker en el 11 y en el 14, sendos par 4, la malagueña fue la que mejor jugó los hoyos regulares decisivos.
Incluso en el hoyo 16, después de una soberbia madera que aterrizó a cuatro metros del hoyo, tiró para eagle, acierto que le hubiese dejado en solitario. El putt se fue hacia la izquierda y se tuvo que conformar con el birdie que le igualaba en el liderato.
Es el mejor resultado de Muñoz en el gran circuito mundial femenino desde hace dos años y el 48 top 10 de la española en sus diez años en el LPGA, donde ganó el Sybase Championship en 2012. "Estoy orgullosa de cómo he reaccionado. Después de los primeros 9 hoyos sabía que podía hacer birdies. Quería luchar hasta el final y lo conseguí. Me sentí bien en el playoff. Trabajamos para eso. Para sentir los nervios en ese tipo de situaciones".
Comentarios