El golf es un juego único. Mientras este deporte mantiene su aspecto juvenil (28,2 años de media en el top 10 mundial), aunque otra vez después del tenis (26 de media entre la decena de elegidos), aún encuentra huecos para aplaudir e ilusionarse con personajes como Alfredo García Heredia.
El asturiano, que cumplirá 41 años, era un joven prometedor en el siglo pasado. Fue uno de los tres componentes de la selección española que acudió al Mundial de Chile amateur en 1998. Los otros eran Sergio García y Raúl Quirós. Acabaron octavos en aquel campeonato que ganó la Gran Bretaña de Luke Donald. Sólo el de Castellón surgió de la niebla de los sueños. Raúl se recicló como caddie y lleva la bolsa de Pablo Larrazábal; García Heredia se movió por todas las categorías nacionales y europeas sin destacar.
Fue campeón de España amateur en 2001 y 2004, logró la tarjeta del Circuito en 2008 -año en el que se quedó a dos golpes de ganar el Open de España-, la perdió en 2009, la recuperó en 2010. La alegría le duró un año; la travesía por circuitos menores y nacionales, más de 10.
El año pasado, rubricado con una victoria en Holanda, en el Challenge, la segunda categoría del DP World Tour, volvió a ser jugador de pleno derecho, condición que acaba de perder por sólo dos puestos. Fue el 119 de un corte de 117.
Sin embargo, el Open de las Islas Mauricio, el torneo que en otro tiempo estaba fuera de cualquier calendario y era un evento casi lúdico, donde los golfistas aprovechaban para premiar a sus familias, ha abierto una nueva oportunidad al español. Ubicado en una de las categorías 'paria', de las que completan el cupo de jugadores, García Heredia ha asaltado el liderato en la segunda jornada con 10 golpes bajo par, igualado con el francés Rozner y el finlandés Valimaki.
"Fue un gran día, a excepción de dos hoyos. Hubo viento, pero fue un viento justo. He mejorado mucho en las últimas semanas con el putt y la ayuda de tener un caddie local, me está ayudando", comentó el español, que la semana pasada aprovechó su llegada anticipada a las islas para pescar. "Es mucho más tranquilo que jugar al golf. Me divierte pescar después de jugar", bromeó con el departamento de comunicación del DP World Tour después de firmar una segunda vuelta de 66 golpes.
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