Pasan los días y el reinado de Scottie Scheffler en el golf mundial, por muchas divisiones que haya, se hace más indiscutible. En el Memorial, uno de esos torneos que a todo golfista le gusta ganar por lo que simboliza -es el torneo de Jack Nicklaus-, el número 1 del mundo revalidó la victoria del año pasado.(Resultados)
Desde Tiger Woods, que ganó este torneo de Ohio en tres ocasiones seguidas (1999 a 2001), ningún otro jugador había defendido con éxito el título. Y Scheffler lo hizo sin grandes exhibiciones, sólo con la rutina del que se sabe superior. Tiró 70 golpes, dos bajo par, el domingo y se acabaron las dudas. Aventajó en cuatro golpes a Ben Griffin, con el que había salido al partido final con un solo golpe de renta.
La conversión de Scheffler comienza a recordar a los mejores tiempos de Tiger. Desde hace más de dos años, desde Phoenix 2023, cada vez que afronta la última jornada líder no falla. Dio lo mismo que le costase ajustar los hierros en los primeros hoyos, cuando no cogía un green. Sólo necesitó tres birdies, todos en los pares 5 -también cometió un bogey-, para sumar la decimosexta victoria en el PGA Tour. Con la siguiente ya se meterá en el top 50 histórico.
"Sabes que va a lcoger calles, que va a llegar a los greens, que no va a cometer errores ni a hacer un bogey, y si lo hace, es porque, por ejemplo, en el 10, no tiene backswing", decía casi con tono de resignación Griffin. "Así que intenté no mirar demasiado lo que hacía".
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