Anne Hidalgo, la alcaldesa de París, se lanzará a nadar al Sena junto a Laurent Nuñez, el jefe de la policía de la capital de Francia, y el prefecto regional Marc Guillaume, probablemente el domingo 30 de junio, con el fin de demostrar que el río que recorre el corazón de la ciudad está en condiciones de albergar las pruebas de aguas abiertas y triatlón de los Juegos Olímpicos de París.
En un principio, esta iniciativa, para la que también se había cursado invitación al jefe de la nación, Emmanuel Macron, que antes de las elecciones europeas y sus consecuencias había mostrado su deseo, se iba a realizar el día 23, pero las lluvias caídas en mayo lo han desaconsejado pues el caudal provoca corrientes peligrosas.
La salubridad del Sena ha sido uno de los episodios críticos de la organización de los Juegos. De hecho, en una de las pruebas test el pasado verano del triatlón, se tuvo que reducir la competición a los sectores de bici y carrera a pie por las malas condiciones del río.
Desde el 1 de junio, se ha abierto el Tanque Austerlitz, un tanque de almacenamiento y restitución del agua procedente de los desagües pluviales y residuales de la ciudad que puede contener 50 millones de litros -obra que ha costado 1.400 millones de euros- para limpiar el agua que se vierte al río. Está conectado por un tubo de 700 metros, una obra de ingeniería fabulosa. Con esta medida se espera mantener el Sena en condiciones y que las pruebas se puedan desarrollar con normalidad.
El optimismo de la organización contrasta con el último informe de Surfrider Foundation Europe, publicado la semana pasada, cuyos estudios de calidad muestran niveles de bacterias E. Coli y enterococos "superiores a los niveles establecidos por las federaciones deportivas y los estándares de baño europeos", según AFP . En el puente Alexandre III, por ejemplo, la medición de E.Coli fue tres veces superior a lo permitido. El temor a un julio lluvioso que pueda alterarlo todo también es latente, tanto que las pruebas de triatlón están puestas al comienzo de los Juegos por si tienen que aplazarse a más adelante.
El episodio de Palomares
La medida de la alcaldesa recuerda el episodio ocurrido en Palomares (Almería) en 1967 cuando el entonces ministro de Turismo e Información Manuel Fraga se bañó junto al embajador estadounidense Angier Biddle en su playa para demostrar que no estaba contaminada después de que dos aviones estadounidenses que transportaban cuatro bombas nucleares chocasen y cayeran al Mediterráneo. Las imágenes se proyectaron en el NODO. Jacques Chirac, entonces alcalde, en los años 90 también expuso la misma iniciativa que Anne Hidalgo, pero nunca la llevó a cabo.
Otro de los problemas añadidos son los 170 barcos que se usan como viviendas a lo largo del Sena. Aunque desde hace dos años se les exigió estar enchufados al sistema de alcantarillado de la ciudad no todos lo han hecho y vierten residuos directamente al río.
El legado de los Juegos, a partir del próximo verano, permitirá que tres zonas de baño en el Sena queden abiertas al público: el Bras Marie, entre el Marais y la isla Saint-Louis; el muelle de Bercy; y el Bras de Grenelle muy cerca de la Torre Eiffel.
