Cuando Jordan Díaz, el campeón olímpico de triple salto, pasa por la casa de Red Bull en París para saludar a unos amigos, acaba de enterarse que será el abanderado en la clausura junto a María Pérez. "Es otro motivo de orgullo", dice agradecido. La fiesta tras el oro no fue lo que uno imagina de un chico de 23 años. Fue muy comedida porque tiene muchos actos que cubrir y subir al podio olímpico a recoger la medalla en el Stade de . "Y ahí hay que llegar bien", cuenta antes de atender a MARCA.
Pregunta: ¿Qué tal duerme un campeón olímpico?
Respuesta: Muy mal. Es que son muchas emociones. Es complicado gestionar todo lo que ha pasado en este este año. No solamente por ser campeón olímpico, sino por cosas como lo que pasó en Roma, cuando fui campeón de Europa, que también es importante para mí y para mi carrera. Ha sido increíble.
P: Supongo que habrá soñado alguna vez ser campeón olímpico ¿es realmente como lo había soñado?
R: Diría que es mejor. Soñarlo está bien, pero al final puede ser malo, porque si no lo logras.... Pero hacerlo está súper guay y más por el trabajo de sacrificio que lleva todo este resultado.
Tantas expectativas sobre mí me crearon un poco de presión, la gente no se iba a conformar con la plata o el bronce, querían el oro sí o sí
P: ¿Cuántas felicitaciones ha recibido, si es que las ha visto?
R: Diez mil... Mi teléfono está a reventar. Yo no he podido responder a todos, incluso a casi nadie, solamente a mi grupo más cercano, pero poco a poco iré respondiendo todos los mensajes que pueda.
P: En la final aprendió una cosa que es la guerra psicológica. ¿Puede contar eso? ¿Qué le dijo Iván? Me consta que le obligó a saltar en el quinto, cuando Pichardo había renunciado.
R: Iván tiene una metodología completamente diferente a la mía. Porque al final, Iván, es de hacer el primer salto para desestabilizar al contrincante, pero no siempre funciona con todo el mundo. Porque al final, ¿en el Europeo cómo fue? Los primeros saltos fueron peor marca y al final yo fui buscando y al final logre pasarlo. El tema de la guerra psicológica conmigo a veces no funciona. Yo contento con haber hecho esa marca que es la primera vez que salto más de 17,80 en el primer salto, que mi primer salto siempre es horrible y, bueno, contento para que haya servido para obtener la medalla.
P: Llegó incluso a decirle que se quitase la venda de la rodilla para que se pensasen que estaba perfectamente de todo.
R: Porque al final me estaba molestando un poco en la pata de ganso el vendaje, así que al final con la adrenalina y en caliente no me iba a molestar la rodilla.
P: Perdone que insista en el quinto salto, pero me dijeron que precisamente saltó para que Pichardo se pensase que usted no estaba fundido.
R: Yo estaba muerto. Estaba supercansado. Yo estaba diciendo: 'bueno, si me salta más, estoy frito'. Aunque a Iván siempre le gusta que si estoy ganando alguna competición me deje algún último salto para el sexto para hacer una marca fuerte, yo estaba al límite. Pero yo le dije, si gano la medalla yo el sexto paso porque no puedo más.
P: Para la gente que no sabe el triple salto, ¿cómo de dolorido tiene el cuerpo después de una competición?
R: Terrible, terrible. El triple salto es un evento muy lesivo. Lo peor no es cuando terminas de competir. Lo peor es cuando ya descansas, que el cuerpo se viene abajo y ahí está frito. Ya no hay manera de levantarlo
P: ¿Qué presión se había puesto usted? Al final usted logra la nacionalidad por carta de naturaleza y digamos que todas las expectativas sobre su figura eran enormes
R: No. La gente me ha apoyado demasiado. Demasiado. Ha sido increíble el apoyo que he recibido tanto aquí en París como la afición española. Aunque me ha puesto un poquito de presión, no te voy a decir que no. Pero al final se crearon demasiadas expectativas sobre mí y ya no solamente sabía que se iba a conformar con la plata o el bronce, sino que querían el oro sí o sí.
P: Hábleme de su familia española.
R: Están muy contentos eso estoy seguro de que han tirado la casa por la ventana. Ellos son mi pilar aquí en España. Ellos me dan estabilidad, al final mi familia está fuera y ellos han hecho todo lo posible por sentirme como en casa. Y bueno esa victoria de ayer también es de ellos.
