- Baloncesto. Solucionado el problema de las canchas
España debutará ante Australia en el torneo de baloncesto de los Juegos Olímpicos de París 2024. El partido tiene una particularidad clara: es a las 11 de la mañana. Horario extraño, propio de una competición así en la que las sedes albergan auténticos carruseles de choques debido a la locura de la fase de grupos. Y a la selección le toca lidiar con un enemigo más allá de los Dyson Daniels o Patty Mills: el tiempo.
España, antes de nada, llegó a Lille solventando el desaguisado de las canchas que afectaba a su preparación. En colaboración con FIBA, COE y COI, la FEB consiguió establecer preparaciones en la ciudad del norte del país. Pero sumado al horario del primer partido, existen riesgos importantes. Relacionados con el cansancio y la acumulación de esfuerzos.
Su primera sesión fue nocturna, en el Pierre-Mauroy que albergará el torneo. Terminó más allá de las 23 horas de la noche, algo no muy habitual para un equipo deportivo salvo que cuente con mucho tiempo de descanso. No es el caso. Además, se une la necesidad de volver a preparar el partido en el día anterior, algo totalmente lógico y enfocado en el terreno específico.
Y ahí reside la particularidad. España volverá a la acción en la mañana del día de inauguración de París 2024. Sin apenas horas de descanso (unas 10 u 11), en las que más allá de dormir y alguna sesión de fisioterapia es posible. Más adaptar la rutina habitual matutina a un horario más temprano si cabe. Caótico.
Antes de Australia, España se encuentra con el tiempo como rival. Algo más relajada está la selección femenina, que disfrutará de la inauguración de los Juegos en las embarcaciones que recorrerán el Sena encabezados por los dos abanderados, Marcus Cooper y Támara Echegoyen.
