- Selección. Rudy y Scariolo, ante la cita olímpica
27.000 ses copaban las gradas del majestuoso Pierre-Mauroy de Lille, estadio multiusos a poco más de una hora de la frontera con Bélgica. Allí, el gigante enmudeció todos los gritos y silbidos en septiembre de 2015. Pau Gasol, el mejor jugador de la historia de España, dibujó la gran obra de arte con 40 puntos. Echó a Francia en las semis del EuroBasket. Y el oro llegó más tarde. De la gran generación del baloncesto nacional hay muchos momentos edificantes y el éxtasis de ese Europeo es uno de ellos.
Nueve años más tarde, España vuelve al lugar de los hechos. Regresa a Lille y estrena los Juegos Olímpicos de París 2024 para el baloncesto. Es otro equipo, más terrenal, pero el ADN es similar. No de candidata como la triple medallista entre 2008 y 2016, pero se agarra a los imposibles. "Ya no somos el equipo que podía gestionar sus recursos o sus jugadores", defiende Sergio Scariolo, seleccionador nacional, justo antes del debut.
Pero creen. "La preparación nos da tranquilidad y sabemos que son todo finales", agrega el de Brescia. Australia, llena de talento NBA es la primera. Después vendrá la Grecia de Giannis Antetokounmpo, con duddas eternas en FIBA. Y cerrarán ante Canadá, para muchos la alternativa al Dream Team.
Los Juegos Olímpicos son todo finales
Serán unos Juegos especiales para España, más allá del resultado. Y del recuerdo a Lille. Empezando por Rudy Fernández, inmerso, ahora sí que sí, en el último baile de su carrera. Es el baloncestista con más Juegos Olímpicos (seis) y su leyenda sigue viva. El último campeón del mundo en activo de 2006, representante del estilo de la selección a la perfección. "Es un torneo siempre especial. Sabemos su dificultad, pero tenemos motivación para llegar a París", cuenta el capitán.
Los condicionantes previos son conocidos. No hay tanto talento como otrora. Pero sí la competitividad. Y ante el grupo de la muerte, Australia, Grecia y Canadá, buscará agarrarse a dos claves: la defensa, basada en Garuba o el propio Rudy, y el ritmo cada vez que se recupera de la mano de Lorenzo Brown, killer de la selección, o Santi Aldama, MVP de toda la preparación.
Los Juegos Olímpicos se disfrutan si ganas
Más allá del propio partido, España sigue en la élite. Desde 1996 no falla en los Juegos y en París empieza otra aventura. "Se disfrutan si ganas", dice a MARCA uno que sabe lo que es hacerlo, Joe Llorente (medallista en Los Ángeles 1984). "Cada Juegos son diferentes. Nosotros pasamos de Moscú y su frialdad a Los Ángeles, lleno de ambiente diferente", agrega otro mítico, 'Lagarto' De La Cruz.
CONTRA EL TALENTO NBA
Para soñar tocará sufrir. El primer rival es Australia (11:00 horas) y el repaso histórico señala los peligros. El partido por el bronce de Río o la semifinal del Mundial 2019 son los mejores ejemplos. Eso sí, no es una Australia con tantos recursos. A vigilar, nombres como el veteranísimo Patty Mills (35 años), sigue aportando en la anotación, la recuperación de Dante Exum y Josh Giddey, base de los Bulls, apareciendo como un todoterreno en la generación de juego.
"Son rivales dificilísimos. Pero tomamos el ejemplo de Rudy (Fernández) o Sergi (Llull). Madurar una capacidad de maximizar los recursos y minimizar las distancias. Con cohesión y capacidad de sufrimiento mostrando que hay que competir cada partido hasta el final", abrocha Scariolo.
A partir de ahí, disfrutar. Lo mostraron con su 'ceremonia' improvisada en Lille, en la que se vistieron de gala y mostraron su compromiso con la competición. España está preparada para la pelea. Empieza ya. En el sitio donde todo se hace realidad.