El baloncesto nacional no vivió el mejor debut en los Juegos Olímpicos de París 2024. Los chicos sufrieron una dura derrota (92-80) a manos de Australia en su primer partido, complicando el pase a los cruces que repartirán medallas. Una victoria es lo que cambia todo y parte como el gran objetivo del estreno de otra de las patas de La Familia, la selección femenina. Abren en el Pierre-Mauroy de Lille su torneo olímpico, midiéndose a China (13:30 horas). Ganar cambia todo.
Principalmente, para no tener que hacer demasiadas cuentas y encarar los choques ante Serbia y Puerto Rico con más opciones todavía. Y, además, se podría pensar en ser una de las mejores terceras sumando un buen marcador a su favor. "Estamos ya concentrados. Evidentemente, unos Juegos son difíciles cuando llegar por todas las distracciones como ir a la Villa, acreditarse o repartir las habitaciones", dice Miguel Méndez, seleccionador nacional español.
Tenemos que sacar nuestro nivel, estar en la línea que queremos y jugar con los ritmos de partido para sacarlas de lo que quieren hacer
China es un buen equipo, algo innegable. Tiene dos medallas olímpicas (1984 y 1992) en su palmarés y fue segunda en el último Mundial. Solo Estados Unidos, inalcanzable en categoría femenina, pudo frenarlas. Ese bloque chino se parece al del torneo olímpico en París, con figuras como la base Meng Li y la escolta Siyu Wang, aunque los precedentes sonríen de forma clara a España.
"Es muy buen equipo, llegaron sus jugadoras más importantes, vienen de 13 partidos de preparación y son de primer nivel. Tenemos que sacar nuestro nivel, estar en la línea que queremos y jugar con los ritmos de partido para sacarlas de lo que quieren hacer", añade el seleccionador.
Estilo definido
En el último enfrentamiento, la selección despedazó a China (70-46). Fue un amistoso de preparación en Vigo, pero la nación asiática presentó, salvo un par de retoques, el mismo equipo que el que saltará a Lille. En aquella ocasión destacaron María Conde, Laura Gil o Leti Romero, terminando las tres en dobles dígitos de anotación. Fue un partido sin rodaje por ninguna de las dos partes, y Miguel Méndez no contó con Megan Gustafson en el choque en suelo gallego.
La preparación y lo que fue la clasificación olímpica en el Preolímpico de Sopron (Hungría) mostraron a qué se agarra España y qué estilo tiene. Empieza atrás, con defensa y ayudas. Y termina con velocidad de cara al aro en la que el ritmo de Maite Cazorla, Queralt Casas y María Conde es fundamental. La duda razonable se posaba, otrora, en el tiro, pero la entrada de Gustafson cambia todo. La de Wisconsin es una killer y su capacidad de anotar le concede un punto estelar. Además del punto mágico de Alba Torrens, que sigue haciendo historia. "Es especial, tiene calidad humana, deportiva, ambición y discrección", explica Méndez. "Me centro en el presente. El pasado está atrás. Vivo el momento actual y lo disfruto", añade la capitana.
¿Es España candidata? Lo dirá la pista, perogrullada. Pero en un torneo con tantas variantes como el femenino, presenta credencial para creer. Estados Unidos es inaccesible y candidata única al oro. A partir de ahí se abren las opciones, con un abanico de nombres de élite. Desde Bélgica, bestia negra de La Familia, Francia, Serbia o las asiáticas. Ante China se pueden despejar las primeras cuestiones al respecto.