Para sorpresa de nadie, la selección femenina de baloncesto de Estados Unidos se metió en la final de los Juegos. No hay un equipo más dominante en el olimpismo actual. Por eso luchará por su octavo oro consecutivo y el 10 de su historia. El rival saldrá de la semifinal entre Francia y Bélgica. Si ganan las anfitrionas, se daría la misma final en el torneo femenino y en el masculino.
Con el contundente triunfo ante Australia por 85-64, las estadounidenses ya suman 60 consecutivos en los Juegos. No pierden un partido desde la semifinal de Barcelona'92, cuando cayeron ante Equipo Unificado. Después ganaron el bronce a Brasil iniciando una racha victoriosa que se prolonga ya durante 32 años.
Tampoco hubo color en la semifinal ante las australianas, que tienen a Estados Unidos como ogro habitual: han caído eliminadas ante el mismo rival en siete de los últimos ocho Juegos. Esta vez aguantaron el primer cuarto (20-16). Después, las grandes favoritas encendieron la maquinaria, impusieron su físico, su defensa, su dominio en el rebote (46-31) y las estrellas comenzaron a brillar.
Las estrellas norteamericanas
Breanna Stewart sumó 16 puntos, a los que añadió seis rebotes y cinco asistencias. A'ja Wilson terminó con 10 puntos, ocho rebotes y cuatro tapones. Jackie Young añadió 14 puntos y cinco asistencias. Con ellas como imparable tridente, la diferencia se fue a los 18 del descanso (45-27) y llegó a los 30 del inicio del último cuarto (73-43), haciendo las delicias de espectadores de lujo como Vanessa Bryant, la viuda de Kobe, y sus hijas, Kevin Durant... Esperan disfrutar de un nuevo oro.
Podría ser el sexto para Diana Taurasi, una de las mejores jugadoras de la historia, que podría agrandar un leyenda con un registro difícil de igualar.
