FÚTBOL - JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS 2024

Uzbekistán-España

Sergio Gómez arregla el estreno olímpico de España

El zurdo, que había fallado un penalti, anota el 1-2 a pase de Miranda para ganar un partido complicado por un penalti de broma. Uzbekistán hace sufrir a los de Denia hasta el último instante

Sergio Gómez arregla el estreno olímpico de España

Bien está lo que bien acaba. España se apuntó la victoria en su estreno olímpico frente a la que se presumía la selección más complicada del grupo. Uzbekistán demostró ser un buen equipo, organizado y agresivo, que tuteó a los de Santi Denia. Eso sí, el empate provisional llegó por un penalti de risa, señalado desde el VAR por un argelino que advirtió al colegiado mauritano. Flojos no, lo siguiente. Lo mejor de España, los laterales, Pubill y Miranda, y el acierto de Sergio Gómez pese a fallar un penalti. Sirvió el primero y anotó el segundo.

Comenzó bien España el torneo olímpico. No en cuanto a juego, autoridad, jerarquía o intensidad, pero sí en cuanto a eficacia. Que es lo que cuenta. Un tiro, un gol. El de Marc Pubill, tras una falta botada por Sergio Gómez que prolongó Abel Ruiz con la espalda. Pegada de grande que no bastó para irse al descanso con ventaja.

Incómodos por la presión certera de los uzbekos, los futbolistas españoles no mostraron las credenciales de candidatos al oro. Intentó ofrecerse Pablo Barrios, pero tuvo poca asistencia de los volantes, especialmente Fermín y Baena, que son los 'veteranos'. Mientras los rivales rascaban en cada balón dividido, los españoles no encontraban el hilo al partido. De hecho, la corpulencia de Shomurodov, el delantero de la Roma, era suficiente para crear problemas a Eric García y Cubarsí, la pareja de centrales por la que apostó Santi Denia. Pau vio la primera amarilla del torneo tras perder una pelota absurda, y Eric rozó el penalti tras hacerse hueco Shomudorov con la cadera y quedarse en posición de remate. Pidió penalti el uzbeko.

Desde luego, era mucho más sancionable que lo que vio después el argelino del VAR y el mauritano sobre el césped. Después de consentir la agresividad uzbeka decidieron pitar penalti en una disputa de Cubarsí con Hamraliev. Ni vieron la falta previa del central uzbeko para desplazar al catalán. Un leve o con el muslo bastó para que los colegiados cobrasen penalti. Una broma. Transformó Shomurodov por la izquierda.

Santi Denia cambió el plan por completo en la segunda parte. Relevó a Cubarsí ante el riesgo de la segunda amarilla, lanzó a los laterales, lo mejor de España, y retrasó a Baena a la medular. Mano de Santo. Aimar Oroz provocó un penalti clamoroso (comparado con el primero, entiéndase) que lanzó Sergio Gómez. Fuerte y al centro. Lo sacó Nematov con las piernas, ágil. Pero entre que España había dado un paso adelante y que a Uzbekistán le faltaba oxígeno, el partido estaba lanzado. Entró Pubill por derecha, centró pasado Abel Ruiz, controló Miranda al otro costado y sirvió a Sergio Gómez para que se redimiera con su golpeo de zurda. 1-2.

Por unos minutos pareció tener controlada la situación España, pero los cambios dieron la vuelta al encuentro. Los uzbekos dieron un paso adelante y los de Denia, atrás. Hubo que sufrir hasta el final, especialmente en los centros laterales que no controló España en ningún momento. Fayzullaev se hinchó a servir balones, muy habilidoso. Amenazó el argelino del VAR con pitar otro penalti por los agarrones en un córner en el 96'. Que los hubo. Como en todos los anteriores saques de esquina. Esta vez primó el sentido común. El caso es que la broma llegó hasta el 99'50" de pura agonía, incluso con una volea de Rakhmonaliev que parecía gol. Habrá que mejorar para tocar metal.