Los Juegos amanecen de pronto con una de las grandes competiciones de todo su programa, los 400 metros del estilo libre de la natación, la distancia del dolor intolerable a la que las protagonistas de esta noche, con sus ritmos, la han convertido en una sucesión inacabable de carreras de 100 metros.
Como si el 'Big Three' y Alcaraz copasen las semifinales del tenis, Ariarne Titmus, de Australia; Katie Ledecky, de EE.UU, y Summer McIntosh, de sólo 17 años, de Canadá; autoras de las 27 mejores marcas de la historia se disputarán -con un filtro en las eliminatorias de la mañana- quien manda en la prueba que en la que las tres han sido plusmarquistas mundiales hasta que Titmus lo dejó en Fukuoka el año pasado en 3:55.38.
Si se bucea, la nueva versión de la carrera del siglo sólo podría ser comparable a los 200 libre que en Atenas 2004 reunió a Phelps, Thorpe, Van de Hoogeband y Hackett, con victoria del Thorpedo,
"Será divertido. Hemos competido mucho juntas, sobre todo cuando ellas se entrenaban en Estados Unidos y siempre es bueno nadar contra las mejores", dice Katie.
Titmus, además de a Rafa Nadal, tenía como ídolo a Ledecky. Y en Tokio, hace tres años, alteró el orden mundial, relegó a su archirrival a la plata y mientras su carrera dibuja una diagonal, la de una de las nadadoras mejores de la historia ya no encuentra picos.
McIntosh, también tiene experiencia olímpica. En Tokio debutó como una diversión con 14 años. Hoy ya no será un juego.
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