No ocurre todos los días que en España haya un profesional que tenga tal impacto en su deporte que cree miles y miles de aficionados de la nada. Y podemos estar contentos. Hemos vivido o estamos viviendo en la era de Pau Gasol, de Rafa Nadal, de Fernando Alonso o de Ilia Topuria. Son palabras mayores, pero siempre ha habido aficionados al baloncesto o al tenis; el tema se complica cuando hablamos de deportes minoritarios en nuestro país como UFC y WWE.
Con la visita de WWE a Barcelona, el pasado viernes 14 de marzo y gracias a la inestimable colaboración de Netflix España, pudimos hablar en exclusiva con Axiom, campeón por parejas de NXT y vallecano por los cuatro costados, y preguntarle acerca de sus paralelismos con Topuria, sabedores de lo gran aficionado que es a las artes marciales mixtas, además de sus técnicas de lucha, sus sueños por cumplir y mucho más.
- Dicen que no debes conocer a tus ídolos. Tú has conocido a unos pocos, ¿consideras cierta esta afirmación?
- La escuché en su momento pero la vida me ha demostrado que no es cierta. A lo mejor he tenido mucha suerte pero siempre que he podido trabajar o luchar con ellos siempre ha sido maravilloso. Ya fueran mis jefes como Triple H o Shawn Michaels, William Regal… a oponentes como The Hardy Boyz. Son exactamente como me los imaginaba y mejor
- Has estado con los Hardy, Randy Orton y has conocido a Rey Mysterio, John Cena, Undertaker... ¿Quién impone más?
- Al final todos ellos son leyendas y personas que estás en la misma sala con ellos y sientes respeto por lo que han hecho y por lo que están haciendo. Es increíble que a día de hoy siguen en su mismo nivel o un poco superior. No te sabría decir uno en particular. Todos ellos son leyendas del juego.
- En una entrevista a Bray Wyatt, me describió cómo vivió la entrada de Undertaker desde el ring en el combate de ambos en WrestleMania 31 y fue como volver a la infancia. ¿Sentiste lo mismo con los Hardy Boyz?
- Sí, yo además he sido siempre muy afortunado en mi carrera y he tenido un momento similar en varias ocasiones y siempre intento que ese niño salga; para qué esconderlo. Si el público puede ver ese niño en mi seguro que lo va a disfrutar tanto como yo. Sé que mi compañero Nathan también lo sintió y fue increíble verles salir y saber que vas a ser tú el que va a luchar contra ellos.
- ¿La repercusión que esta teniendo Topuria para la UFC en España, es igual que la repercusión de Axiom para WWE en nuestro país?
- Desde un punto de vista objetivo creo que aún no, y esto es ambición por mi parte. Ilia no es que sea simplemente un español en UFC es que es EL peleador en su división, es indiscutible, es el mejor y a mi me gustaría llegar a eso. No quiero ser un español en WWE, quiero ser uno de los mejores de WWE.
- Has luchado contra Gunther, Oba Femi o Bron Breakker, ¿Cuál es la táctica a seguir cuando te enfrentas a alguien tan grande?
- Con ellos más que un juego de ajedrez es un juego de damas. No hay tanta técnica simplemente el primero que pierda la primera ficha suele perder ese tipo de partidas. Siempre que lucho un combate intento inspirarme en la vida real. Contra Tyler Bates sería una partida de ajedrez larga y tendida, muy técnica; sin embargo una lucha con Gunther es al que golpee primero.
- ¿Cómo elabora las máscaras y de dónde surge la máscara negra?
- Dentro de unos parámetros, tengo la suerte de haber tenido el 90% del control sobre la imagen de Axiom. El tema de las máscaras lo hablo con el artista que diseña y fabrica las mismas. La máscara negra fue una idea de ambos, de Nathan y mía, porque queríamos hacer un equipo totalmente negro, con algún toque plateado, pero sobre todo negro, y queríamos que debutara en un combate especial, que en nuestra cabeza no eran los Hardy Boyz, pero fue increíble poder debutar con ella contra ellos.
- En el aspecto mental y de la salud del deportista de élite, ¿Cómo llevas todo lo que te está ocurriendo?
- Tengo la suerte de tener a una pareja que me entiende y acompaña a lo largo de todo el camino. También soy capaz de desconectar. Hago lo que hago en el ring, lo disfruto en el momento y lo estudio después, pero una vez acaba tengo claro que tengo mi vida que es otra: gimnasio, hobbies, estudios… Es una manera de apagar ese motor que si lo dejara encendido acabaría volviéndome loco.
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