Madrid ya disfruta de la F1

Madrid se reencuentra hoy con la Fórmula 1 por todo alto, con el ruido salvaje de un monoplaza campeón, el Red Bull RB7 de 2011, que Sebastian Vettel llevó a la segunda corona mundial en duelo con Fernando Alonso, y que atronaba con su motor V8 capaz de subir hasta las 18.000 revoluciones por minuto. De los de antes, 750 caballos y que exige tapones para poder resistir su aullido.

Red Bull ha elegido esta unidad, que ganó 12 carreras en aquella temporada, para dar lustre a uno de los 'showruns' más esperados y multitudinarios de la firma energética, acostumbrada a dar luz sobre nuevos escenarios y ciudades que están a punto de aparecer en el calendario o donde emerge una tremenda pasión por el motor y la Fórmula 1.

Esta vez le toca a Madrid. El 'subidón' en la capital es el que está a examen y más cuando sus representantes políticos trabajan para devolver a la ciudad a un calendario del que se bajaron en 1981 y que solo ha tenido de este entonces exhibiciones como la de hoy. La más famosa, la de Fernando Alonso en 2003, donde fue capaz de congregar a 250.000 personas en el paseo de La Castellana, en plena efervescencia de la 'Alonsomanía'.

La más reciente, la de Williams F1 en 2016 con Gary Paffet al volante, que igualmente llenó el Paseo de Recoletos hasta la plaza de Colón y que además aportó dos coches clásicos, los modelos Brabham BT42 y Brabham BT45, que rodaron en un asfalto aún lleno de confeti blanco por la reciente celebración de la undécima Copa de Europa del Real Madrid, celebrada el día antes, y que no dio tiempo a limpiar del todo.

DOS HORAS A TOPE

No se espera que haya tanta gente hoy, pese a la festividad del día, del mes y una hora que invitan a asistir a un evento que girará en torno al eje Alcalá, Cibeles y Paseo de Recoletos. Muy similar al que Red Bull España montó el año pasado para homenajear a Carlos Sainz padre, con todos sus coches de rallies, tanto del WRC como del Mundial, y que fue un completo éxito, con lo que se prevé que haya lleno total en un 'circuito' divertido e improvisado que nada tendrá que ver con el que en dos o tres años acogerá no uno, sino 20 monoplazas, en el reciento del IFEMA si se firma, como se espera, la incorporación de Madrid al Mundial para el próximo lustro o decenio

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Al volante del RB7 estará un clásico de estas exhibiciones como es el mexicano Checo Pérez, segundo clasificado provisional en el Mundial 2023 y que conoce muy bien la ciudad ya que ha pasado en varias temporadas en ella. La exhibición de Checo, o mejor dicho, exhibiciones, ya que serán varias las tandas que protagonice el piloto mexicano, serán el plato fuerte de una tarde-noche donde habrá hueco para más espectáculo y alguna sorpresa.

Será hacia las 21 horas, cuando termine el primer show musical, que comenzará sobre las 20, cuando será el turno para que varios de los mejores pilotos del planeta recojan el testigo y se conviertan en protagonistas en el centro de Madrid.

Checo saldrá entonces del box especialmente habilitado para el evento. Velocidad, decibelios, trompos, humo, gasolina, neumático al límite... "hará tantos donuts que se tardará tiempo en borrar esa huella sobre el asfalto", aseguran desde la organización, que ha contado de nuevo con el compromiso municipal para levantar un circuito de 1.5 kilómetros, con sus pantallas gigantes, vallas y medidas de seguridad, cortes de tráfico (desde las 15 horas de hoy en zonas adyacentes) y habilitando s peatonales para un evento que es gratuito.

De manera intercalada, Cristina Gutiérrez, la mejor piloto española en actualidad junto a Laia Sanz, y piloto Red Bull en el Dakar y la Extreme E, así como los Driftbrothers (derrapadas y espectáculo) irán alternándo sus Can Am- Maverik y su BMWM4 en el trazado temporal hasta las 23:00, cuando por última vez el piloto mexicano ruede con el monoplaza por las calles madrileñas. Un espectáculo que coloca a Madrid de nuevo en el foco de la F1.