Verstappen no está de acuerdo con la mayoría de decisiones de la F1 actual, es un hecho. El neerlandés ha advertido en determinadas ocasiones e, incluso, no concibe que su carrera deportiva sea de gran duración. Max se sincera sobre aspectos de su vida privada, su motivación para seguir venciendo cuando el tercer campeonato consecutivo es casi un hecho, su relación con Red Bull y, sobre todo, del futuro. En el caso del bicampeón del mundo parece no haber nada escrito.
Verstappen ha sido uno de los pilotos más críticos con los cambios que se han ido introduciendo en la F1 a la par de su llegada. Max no duda en afirmar que "deben ser ajustes los que beneficien a la Fórmula 1. ¿Por qué hay que cambiar ciertas cosas cuando las cosas van bien? Creo que una sesión de clasificación tradicional está bien organizada de esa forma". Tan cierto es que la competición ha agitado el árbol después del aplastante dominio de Red Bull.
Aunque para poder permitirse sueldos como el del propio Max, la F1 no puede quedarse estancada en la rutina en un producto que había perdido parte de su valor. El neerlandés lo entiende, pero no lo comparte. "Se trata de bienestar, de cómo vives las cosas y no de cuánto ganas. A veces pienso que tengo que hacer demasiadas cosas y no las hago". Es ahí cuando el neerlandés lanza una pregunta al aire que hace saltar todas las alarmas: "¿Esto todavía vale la pena?".
Se trata de mi bienestar, de cómo vives las cosas y no de cuánto dinero ganas. A veces pienso que tengo que hacer demasiadas cosas y no las hago
Como casi todo en la vida, dependerá de los éxitos que coseche en los años venideros. El tulipán no ha vestido otro mono que no sea el de la marca de bebidas energéticas. "Han pasado muchas cosas dentro del equipo a lo largo de los años. Basta con mirar el cambio de proveedor de motores, de Renault a Honda. Siempre había algo que esperar, de ahí mi contrato", explica Max sobre cómo enfoca el futuro dentro de Red Bull.
Su "aburrido" dominio en el Mundial
Con apenas 16 años, Max tuvo la oportunidad de subirse a un monoplaza para comenzar su carrera en el 'Gran Circo'. Han pasado siete temporadas desde aquella primera vez. Verstappen considera haber saboreado lo suficiente la derrota, para no importarle aquello que pueda opinar sobre sus victorias: "También conozco la otra cara de la moneda. No creo que sea aburrido en absoluto".
Yo también conozco la otra cara de la moneda. No creo que sea aburrido en absoluto
Verstappen es ajeno a las solicitudes que envían a la FIA desde Mercedes. El neerlandés tenía el objetivo de derrocar la hegemonía alemana y lo ha conseguido. "Esto es para lo que siempre he trabajado. Si ahora la gente empieza a gritar que es aburrido, que así sea", afirma desafiante el vigente campeón del mundo.
La relación con su padre
En la infancia de su hijo, Jos Verstappen fue exigente como pocos. Confiaba en que su progenitor consiguiera lo que él nunca había logrado. Estaba en lo cierto. "Desde pequeño siempre he practicado con mi padre que inmediatamente, al sentir el coche, vas rápido. Que no necesitas mucho tiempo para perfeccionar las cosas o frenar veinte metros antes", analiza Max sobre los entrenamientos con su padre.
Como piloto, siempre debes pensar que eres el mejor. De lo contrario nunca tendrás éxito
También piloto, Jos sembró en Max una resistencia psicológica que le ha servido para estar hoy en la posición en la que está: "Como piloto, siempre debes pensar que eres el mejor. De lo contrario nunca tendrás éxito. Yo, por ejemplo, nunca itiría que no soy el mejor en el paddock". La mentalidad de un campeón que no tiene nada claro su futuro en la Fórmula 1.