Este fin de semana, seis meses después de la ‘Carrera de Campeones’ que organiza su padre cada año en el Circuito La Roca, Dani Sordo ha vuelto a ponerse a los mandos del Hyundai i20 Coupé WRC. El coche predilecto para el piloto de Puente San Miguel, con el que consiguió sus dos últimas victorias en el Mundial, en los rallies de Cerdeña de 2019 y 2020. Un auténtico ‘purasangre’, que el cántabro quería tener a buen recaudo en su garaje particular; por lo que se ha hecho con una unidad que acaba de recoger en Hyundai Motorsport, que ha reestrenado en el Rally Festival Hoznayo, acompañado por una copiloto muy especial: Montse, su madre.
Juntos, han podido disfrutar de las sensaciones únicas que transmite en acción un modelo tan evolucionado como el i20 Coupé WRC, que dio a Hyundai dos títulos de marcas consecutivos, y del fervor y la pasión, a la manera de otras épocas, que se respiran por las cunetas del Rally Festival Hoznayo.
Sordo ha puesto en pie a los aficionados, brindándoles varios ‘ceros’ entre la niebla de Peña Cabarga –uno de los puertos más conocidos de Cantabria–, y ha disfrutado de lo lindo compartiendo por primera vez con su madre la emoción y la adrenalina de un tramo llevándola al lado en el 'bacquet'. “Sin duda, ¡una experiencia insuperable! ¡Y con toda la afición a tope! ¡Increíble! Tenía tantas ganas de esto…”, ha transmitido el cántabro en sus redes sociales.
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