GRAN PREMIO DE ALEMANIA
Schumacher se pasea en casa y mete presión a Alonso
ANTONIO A. CASTILLO. Madrid

El piloto alemán Michael Schumacher ganó el Gran Premio de Alemania por delante de su compañero en el equipo Ferrari, el brasileño Felipe Massa, y del finlandés Kimi Räikkönen. Fernando Alonso acabó quinto y a falta de seis pruebas para la finalización del Mundial de Fórmula 1 tiene 11 puntos de ventaja sobre ‘Schumi’, mientras que Pedro de la Rosa tuvo que abandonar con problemas mecánicos en su McLaren. Lo cierto es que Alonso aguanta una enorme presión sobre sus hombros. Tiene enfrente al equipo más potente, Ferrari, un reloj de precisión que marca la hora a sus rivales. La escuadra de Maranello mostró tal superioridad en Hockenheim que por momentos dio la sensación de que sólo ella jugaba en Primera División, mientras las demás lo hacían en Segunda. De Schumacher hay poco que decir. Sólo que muchos lo consideran el mejor piloto de la historia. Si se pone a los mandos del monoplaza más rápido, calzado además con unos neumáticos, los Bridgestone, que al menos con altas temperaturas funcionan mejor que los Michelin, y como guinda de la tarta le damos un compañero de equipo capaz de partirse la cara por él, la lógica nos dice que ganará. Cara y cruz en McLaren Ocurrió en Hockenheim, donde los Ferrari se pasearon. De hecho, Schumacher y Massa rodaron a medio gas el último tercio de la carrera, istrando la casi kilométrica ventaja de que disponían sobre el tercer clasificado. Sólo Räikkönen osó cuestionar el dominio del ‘cavallino rampante’, pero a costa de apostar por una estrategia de tres paradas en boxes que hipotecaba sus opciones de victoria. Aun así, el finlandés fue capaz de liderar la carrera en las primeras vueltas y al final acabó tercero, con lo que rompió el maleficio que pesaba sobre él en esta pista, en la que nunca había logrado terminar. La cruz de la moneda en el equipo McLaren-Mercedes se la llevó Pedro de la Rosa, al que su monoplaza dejó tirado cuando rodaba en la séptima posición. El barcelonés tendrá otra oportunidad el próximo fin de semana, en Hungría. Alonso salió bien, aunque eso no es una novedad. Pasó a los dos Honda y se colocó quinto, aunque después fue adelantado por Button. Fue un mal presagio, un anticipo de lo que le esperaba. Con los neumáticos traseros afectados por las temibles ‘ampollas’, al campeón del mundo no le quedó otra que cubrir el primer tercio de la carrera en una retrasada sexta posición y con tiempos por vuelta notablemente superiores a los de los pilotos de cabeza. La cosa mejoró algo tras los dos reportajes de rigor, pero cuando Fernando decidió apretar al final se encontró fuera del asfalto, con lo que prefirió dejarse de osadías y asegurar el quinto puesto. Quedan seis pruebas y 60 puntos en juego y al español ya no le basta con ser segundo para retener el título. ¿Se enterarán en Renault? Webber sigue sin suerte La cosa hubiera sido todavía peor de no mediar el abandono de Mark Webber, protagonista de una sensacional actuación en Alemania. El australiano luchó toda la carrera por los puestos de podio, pero al final, por aquello de no faltar a la tradición, su mecánica dijo basta. Es el piloto que más veces ha abandonado en la presente campaña. En cuanto a Jenson Button, se quedó con la miel en los labios tras sucumbir en las últimas vueltas ante un desatado Räikkönen, aunque el cuarto puesto debe saber a gloria a un equipo Honda que ha pasado las de Caín. El inglés acabó por delante de Alonso y de Fisichella, que en el tramo final de la carrera se vistió de Massa para cubrir las espaldas del español y afrontar los posibles ataques de Trulli, séptimo. 5y2q2f

[email protected]