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Este 11 de marzo de 2025 se cumplen cinco años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia de COVID-19, un evento que cambió al mundo en todos los ámbitos.
En México, la crisis sanitaria dejó un saldo devastador: más de 800 mil muertes en exceso, de las cuales aproximadamente 300 mil fueron atribuidas a fallas en la gestión gubernamental, según la Comisión Independiente de Investigación.
La falta de preparación, la subestimación del virus y una política de austeridad extrema marcaron la respuesta del país ante la emergencia.
A nivel global, el virus SARS-CoV-2 ha provocado más de 777 millones de contagios y al menos 7 millones de muertes confirmadas, aunque la OMS estima que la cifra real de fallecimientos relacionados con la pandemia asciende a los 15 millones. Más allá de las cifras, el impacto de la pandemia sigue latente en la salud, la economía y la sociedad.
¿Qué nos dejó la Covid?
Desde el inicio de la pandemia, quedó claro que el COVID-19 podía ser mortal, especialmente para quienes padecían enfermedades preexistentes. Sin embargo, con el tiempo, los científicos descubrieron que la infección podía generar efectos prolongados en el organismo.
El llamado "COVID persistente" afecta a millones de personas en el mundo, manifestándose en síntomas como fatiga crónica, niebla mental y daños en órganos vitales como el corazón y los pulmones.
Uno de los mayores desafíos en este campo ha sido entender el papel de la inflamación crónica en la persistencia de estos síntomas. Mientras que en la mayoría de los casos la inflamación cede al desaparecer el virus, en algunos pacientes se mantiene activa, afectando su calidad de vida a largo plazo. Investigaciones en curso buscan tratamientos para mitigar estos efectos.
COVID: avances científicos y el legado de la vacuna
Si hubo un logro sin precedentes en esta crisis sanitaria, fue el desarrollo acelerado de las vacunas contra el COVID-19. En apenas nueve meses, la ciencia logró lo que antes tomaba años: la creación de inmunizantes efectivos basados en la tecnología de ARN mensajero. Gracias a esto, millones de vidas fueron salvadas, y esta plataforma hoy se aplica en la lucha contra otras enfermedades, incluido el cáncer.
El reconocimiento a la labor científica se vio reflejado en el Premio Nobel de Medicina 2023, otorgado a Katalin Karikó y Drew Weissman por sus aportes en la tecnología del ARN mensajero. Además, la pandemia impulsó la creación de mejores sistemas de vigilancia epidemiológica para detectar futuros brotes con mayor rapidez.
Covid 19: ¿qué impacto tuvo en la educación y salud mental?
El confinamiento impuesto en los primeros meses de la pandemia tuvo repercusiones profundas en la educación y la salud mental. En América Latina, millones de estudiantes vieron afectado su aprendizaje, lo que resultó en un aumento de la deserción escolar. No obstante, la crisis también aceleró la digitalización educativa, promoviendo modelos híbridos de enseñanza.
En cuanto a la salud mental, el estrés, la ansiedad y la depresión se dispararon debido al aislamiento y la incertidumbre. A raíz de la pandemia, la percepción sobre la importancia del bienestar emocional cambió significativamente, impulsando la creación de programas de apoyo psicológico y una mayor concienciación sobre el tema.
Cinco años después, el mundo sigue lidiando con las secuelas de la crisis sanitaria, pero también aprendió valiosas lecciones. La inversión en ciencia y salud pública, la necesidad de fortalecer los sistemas educativos y la importancia del bienestar mental son algunos de los aspectos que han cobrado mayor relevancia.
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