Toluca - América: No comienza la Final de Liga MX y aficionados se enfrentan afuera del Nemesio Diez

Ni el silbatazo inicial, ni la emoción por el título, ni siquiera el calor de una de las finales más esperadas del Clausura 2025 bastaron para mantener la calma. Horas antes del partido definitivo entre Toluca y América, los alrededores del estadio Nemesio Diez se convirtieron en escenario de un enfrentamiento entre aficionados de ambos equipos, empañando el ambiente festivo con una ola de violencia.

Todo comenzó entre cánticos y provocaciones. Grupos de seguidores comenzaron a cruzarse sobre la avenida Morelos y zonas cercanas al principal. Lo que parecía un intercambio típico entre porras rivales, subió de tono en cuestión de minutos. Primero llegaron los empujones, luego los golpes. Algunos se enfrentaron con lo que tenían a la mano: banderas, palos y hasta botellas de plástico.

Aficionados de Toluca y América se agreden con espuma

Testigos señalaron que en medio del desorden, varios aficionados utilizaron espuma en aerosol -la clásica de celebraciones- para rociarse en los ojos, generando más caos. El ambiente se tornó tenso. Muchos que sólo iban a disfrutar del partido en familia buscaron alejarse rápidamente, pero no todas pudieron evitar quedar en medio del tumulto.

Elementos de seguridad privada y policía local intentaron calmar la situación, aunque no fue fácil contener a los grupos que ya se habían liado a golpes. Por varios minutos, la violencia fue la protagonista. A pesar de los esfuerzos por dispersar a los rijosos, el zafarrancho dejó una imagen lamentable en las inmediaciones del estadio.

Gran tensión previo a la final del Clausura 2025

Hasta el momento, las autoridades no han dado una cifra oficial de personas detenidas o lesionadas, pero se sabe que algunos asistentes necesitaron atención médica leve debido a golpes y efectos del aerosol en el rostro.

La final de vuelta entre Diablos Rojos y Águilas prometía ser una de las más emocionantes en los últimos torneos, pero este altercado dejó claro que hay sectores de la afición que aún no entienden que la pasión por los colores no justifica la violencia. Mientras adentro todo estaba listo para definir al nuevo campeón, afuera ya se había perdido el primer juego: el del respeto.